La Dirección General de Tráfico (DGT) gastará 66.420 euros en comprar seis dispositivos que permitirán evaluar las adaptaciones necesarias en vehículos para facilitar que personas con discapacidad física grave puedan obtener el carné de conducir. Tráfico ha adjudicado ese contrato a Aplicaciones de Simulación Simtec, según un anuncio publicado este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y recogido por Servimedia.
Las personas con discapacidad tienen muchas dificultades para obtener el permiso de conducir en España. Esta realidad puede cambiar cuando la DGT distribuya en distintos puntos del país los evaluadores que ayudarán a conocer las adaptaciones que necesita este sector de la población para conducir. Con ello, esas personas podrán recuperar el carné de conducir o sacárselo por primera vez para tener autonomía cotidiana.
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Una discapacidad corporal severa implica volver a nacer cada día, sobre todo al principio, y una de las maneras de adaptarse pasa por lograr independencia para la movilidad. Eso pasa por adaptar el coche con accesorios muy variados, desde un joystick a un guante electrónico, pasando por levas en el volante para acelerar y frenar o rampas de acceso al vehículo.
Con la compra de esos seis dispositivos, que se ubicarán en centros dependientes del Imserso, las personas afectadas podrán detectar con facilidad sus necesidades concretas.
Miles de conductores con discapacidad
La DGT expidió en 2023 un total de 6.993 permisos con códigos asociados que significan adaptaciones en vehículos, una cifra algo superior a la de 2022 (6.794), pero inferior a la de 2021 (7.185), que contabilizó el máximo de la última década.
Además, 25.280 vehículos adaptados para la movilidad de este sector de la población circulaban por las calles y las carreteras en 2023, cerca de 6.500 más que 10 años atrás, según datos oficiales de la DGT.
Habitualmente, una persona con limitaciones motrices puede ir a una autoescuela para saber si tiene algún vehículo adaptado con el que conducir, algo que pocas tienen, o acudir a un centro de reconocimiento de conductores para que, a través de un examen psicotécnico, se evalúe qué adaptaciones necesita.
Los nuevos dispositivos facilitarán esta tarea sin necesidad de recurrir a iniciativas privadas como las que ofrecen, entre otras entidades, el Hospital Nacional de Parapléjicos, el Instituto Guttmann (en Barcelona) y la Universidad Politécnica de Valencia.
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