Seis motoristas, todos hombres, son los primeros conductores que este sábado asistirán a los nuevos cursos de conducción segura y eficiente, de carácter voluntario, que permiten aportar dos puntos extra al carné de conducir y, por encima de todo, mejorar las habilidades al volante o sobre la moto. Impulsados por la Dirección General de Tráfico (DGT), nacen con un objetivo principal: reducir la siniestralidad en las carreteras.
“Todo el mundo se pone un 10 como conductor y cree que los que conducen mal son los otros, pero cuando hagan estos cursos verán realmente las carencias que tienen”, sostiene el director de la Fundación Educatrafic, Eduardo Colell. A su juicio, los automovilistas acumulan más defectos de los que creen: viven de su experiencia y de la formación recibida en la autoescuela en su momento, pero arrastran, también, vicios adquiridos con los años.
Estos cursos enseñarán a los participantes “técnicas orientadas a evitar siniestros”, en palabras de la DGT, y prepararán a los conductores para “solventar situaciones de peligro”. En las aulas no habrá en ningún caso “referencias a una conducción deportiva”.
La escuela Educatrafic, de Zaragoza, es uno de los dos centros certificados por Tráfico para impartirlos y será el primero en hacerlo. De momento, dirigidos a los motoristas.
Cursos para motoristas y automovilistas
El real decreto que regula esta formación establece dos tipos de cursos, uno para turismos y otro para motocicletas y ciclomotores. La enseñanza sobre dos ruedas se divide en dos modalidades: zona urbana y carretera convencional. Cada curso tiene una duración mínima de seis horas lectivas, con formación teórica y práctica de maniobras y de circulación, y puede realizarse en una sesión o repartirse en dos.
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La normativa exige que los centros dediquen un mínimo de una hora y 45 minutos a la parte teórica, que pueden intercalar con la enseñanza práctica para “reforzar los mensajes”, ha explicado la DGT en una nota. En todo caso, el curso debe empezar con 30 minutos de teoría y terminar con otra media hora que sirva para sacar conclusiones y fijar conceptos. En paralelo, las cuatro horas y cuarto de práctica se impartirán en circuito cerrado y en vías abiertas.

Los seis alumnos que estrenan los cursos tienen el permiso de conducir B que permite también llevar ciclomotores y motos de hasta 125cc. Esos participantes tienen entre 30 y 50 años y dos de ellos son extranjeros con residencia en España. “Algunos vienen de fuera, hasta de Galicia. Hay gente que está canina de puntos”, ha señalado a Efe Colell, que calcula entre 12 y 18 alumnos para el siguiente curso. Cada uno pagará 250 euros.
Conducción preventiva
“Lo que prima es que la gente practique para que cuando esté en la carretera y tenga un imprevisto, sepa cómo tiene que reaccionar”, explica. Por esa razón, “se va a hacer mucho hincapié en la visión [de los motoristas], en adónde tienen que mirar, y en la anticipación, que tengan claro que los coches no les ven, o sea, conducción preventiva”, pero también en los peligros que hay en la ciudad, ha señalado Colell.
Este experto se muestra convencido de que los cursos van a servir para reducir la siniestralidad. “Con que consigamos que los conductores aprendan a frenar de emergencia, a esquivar, a mirar lo que tienen que mirar… Yo creo que es la única forma que tenemos ahora mismo de bajar el número de fallecidos”, ha apostillado.
Tráfico espera que sirvan no solo como sistema de recuperación de puntos, sino como “un recurso de reciclaje” para los automovilistas que quieran mejorar su conducción.
Quién puede hacer los cursos
Los nuevos cursos de conducción segura están disponibles para los titulares de un permiso de conducir para coche o moto válido y en vigor, siempre que conserven algún un punto en su saldo. Cuando superen el curso, recibirán dos puntos adicionales hasta un máximo de 15, con una frecuencia máxima de un curso de cada tipo cada dos años (uno al año para los conductores profesionales).
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