Japón, obviamente Japón. Cuando hablamos de un coche que puede causar ataques de epilepsia a viandantes y conductores lo más seguro es apostar porque se trata de territorio nipón. El peculiar gusto que hay en las preparaciones de la zona en ocasiones llega a límites exacerbados. Nos reservamos nuestra opinión pero, ¿y la vuestra? ¿Maravilla o sacrilegio?
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