Un Mercedes-AMG para viajar en familia con 421 CV

En los últimos meses Mercedes no ha dejado de presentar las versiones AMG de su gama de compactos. El viaje termina con la llegada del Mercedes-AMG CLA 45 Shooting Brake, que aplica al modelo familiar mecánicas idénticas a las de sus hermanos. Una interesante combinación de espacio y prestaciones.

Su imagen resulta conocida, puesto que cuenta con añadidos que ya hemos visto con anterioridad en los ‘A’: parrilla específica, paragolpes con grandes salidas de aire, pasos de rueda más musculosos, agresivo difusor, dos salidas de escape dobles, etc.

Lo mismo ocurre en el habitáculo, donde se dan la mano la tapicería mixta en asientos y volante, la fibra de carbono, los detalles en color rojo o la tecnología en forma de sistema MBUX. El cuadro de instrumentos y la consola central están unidos entre sí, formados cada uno por una pantalla de 12,3 pulgadas.

La diferencia radica en que, gracias a su carrocería, el Mercedes-AMG CLA 45 Shooting Brake ofrece bastante más espacio en la zona trasera, catapultando la capacidad del maletero hasta los 505 litros.

Como es costumbre, está disponible en dos versiones mecánicas, una normal y la ‘S’. Ambas comparten el mismo bloque motor, un gasolina 2.0 turbo tetracilíndrico que en la primera variante entrega 387 CV y 480 Nm de par máximo, guarismos que se elevan hasta los 421 CV y 500 Nm en la segunda. Esto se traduce en una aceleración de 0 a 100 km/n en 4,1 y 4,0 segundos, respectivamente, y en una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electrónicamente) y 280 km/h.

Su apartado mecánico está repleto de elementos distintivos, como el sistema de tracción integral AMG Performance 4MATIC+ con diferencial trasero, la suspensión AMG Ride Control con tres niveles de dureza y entre seis y 12 modos de conducción (en función de la versión), entre otros.