Quería ahorrar en el taller y acabó pagando más de 3.000 euros: el cambio de aceite más caro del año

El cambio de aceite forma parte de las labores de mantenimiento de un coche: cada marca establece cuándo se debe llevar a cabo y el tipo de lubricante que precisa el vehículo. Es una operación sencilla, que se resuelve con una breve visita al taller.

Sin embargo, hay conductores que prefieren hacer el cambio de aceite por su cuenta: algunos porque quieren implicarse más en ese mantenimiento y otros por ahorrar dinero. Eso sí, a veces las cosas no salen como estaban planeadas y puede costar mucho más de lo que se pretendía ahorrar.

Este es el guion de la historia protagonizada por el propietario de un Mazda CX-90 que vive en Canadá. Pidió presupuesto para cambiar el aceite al SUV japonés y le dijeron que costaría 120 dólares canadienses (74 euros, según el cambio actual).

Con esta información, decidió que lo cambiaría él: su plan de ahorro terminó costando casi 50 veces más que si esta operación la hubieran llevado a cabo en un taller. ¿La razón? Al levantar el coche para comenzar el trabajo, agrietó el cárter. Se desconoce cómo.

La particularidad del Mazda CX-90

En la mayoría de los casos, cambiar el cárter del aceite es algo rápido, económico y fácil de hacer: en el Mazda CX-90, no. El mecánico de un concesionario ha explicado en Reddit que en el SUV japonés este componente del motor es un elemento estructural del coche.

Esto significa que, una vez dañado, reemplazarlo no es rápido y tampoco barato. El usuario Cookie955 ha compartido, en la misma plataforma, una serie de fotos que ayudan a entender por qué el diseño del Mazda CX-90 lo complica todo.

De 74 a más de 3.000 euros

El eje delantero pasa por el cárter del aceite y la propia pieza añade rigidez al chasis. Para sustituirlo por uno nuevo es necesario desmontar tanto la caja de cambios como el motor. Según un concesionario de Mazda, esta operación requiere 30 horas de trabajo.

A la mano de obra hay que sumar el coste de la pieza nueva y los líquidos. Haciendo las cuentas, algo que costaba 120 dólares canadienses (74 euros) se convirtió en una factura de reparación de 6.000 dólares canadienses (3.670 euros) y el plan de ahorro del dueño del Mazda CX-90 acabó siendo un agujero en su bolsillo.

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