No es fácil cruzarse con un Volkswagen XL1 por la calle. Más que un coche, era un laboratorio con el que la marca alemana puso a prueba diferentes tecnologías que, posteriormente, cobrarían impulso.
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Es complicado ver un Volkswagen XL1 porque, en los tres años que duró su producción, sólo se fabricaron 250 unidades. Recientemente, han visto una en Turín que, según apuntan, pertenece al director ejecutivo de un estudio de diseño. Otra ha sido identificada en Cranfield, una localidad situada en el condado de Bedfordshire (Inglaterra).
El Volkswagen XL1 medía 1,15 metros de alto, 3,88 de largo y 1,65 de ancho. Su maletero tenía una capacidad de 119 litros y su coeficiente aerodinámico era de 0,189. Llamaba la atención por estas cifras y por su peculiar diseño.

Un peculiar diseño exterior
No tenía parrilla, ni retrovisores: fueron sustituidos por cámaras. Las ruedas traseras estaban completamente cubiertas por la carrocería y la zaga era mucho más estrecha que el frontal.
Su habitáculo tiene hueco para dos ocupantes situados en paralelo. Comparado con el exterior, el interior tiene un diseño normal semejante al de un coche de producción: el volante, pequeño, tiene la parte inferior plana, detrás hay un salpicadero simple y en el centro una pantalla. Por debajo, aparecen los ajustes habituales de la climatización, selector de marchas (estaba equipado con una caja de cambios automática DSG de siete marchas) o el freno de mano eléctrico.

Mínimo consumo: 0,9 l/100 km
Si llamativo era el diseño del Volkswagen XL1, también su configuración mecánica. Montaba un diésel TDI de dos cilindros y 800cc, que generaba 48 CV de potencia e iba a acoplado a un motor eléctrico de 27 CV y a una batería de 5,5 kWh. Era, en efecto, un híbrido enchufable que prometía una autonomía de 50 kilómetros.
La potencia total de este conjunto era de 69 CV (55 kW) y al ser planteado como una alternativa de movilidad sostenible y respetuosa con el medio ambiente, su consumo era ínfimo: 0,9 litros a los 100 kilómetros con unas emisiones de 21 g/km de CO2. ¿Cómo conseguía el Volkswagen XL1 estas cifras? Combinando lo anterior con un peso de 795 kilos.
Este experimento llamado Volkswagen XL1 tenía un precio … y no fue bajo. En Reino Unido, la cifra de partida era 98.515 libras, unos 113.575 euros, según el cambio actual. Ahora, en páginas web de compraventa de coches de segunda mano hay algunos disponibles y piden por ellos entre 70.000 y 145.000 euros.
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