Un conductor observa un control de tráfico y al instante se abrocha el cinturón de seguridad, pero ya es tarde: la multa es de 200 euros y acarrea la retirada de cuatro puntos del carnet de conducir, y es uno de los motivos más frecuentes de sanción por conducción desatenta. La Dirección General de Tráfico (DGT) formuló cientos de sanciones por esta razón entre el 6 y el 12 de octubre, durante su campaña especial de vigilancia de las distracciones al volante.
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controlaron en esa semana 404.258 vehículos y denunciaron a 7.983 conductores por “comportamientos prohibidos durante la conducción”.
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Como en campañas anteriores, la infracción más numerosa fue conducir sujetando con la mano el teléfono móvil. Esta conducta, que supone una sanción de 200 euros y la retirada de seis puntos del carnet de conducir, acumuló el 40,6% de las 8.088 denuncias formuladas (3.283), ha informado Tráfico en una nota.
Cuando la DGT pone en marcha semanas de vigilancia como esta, otras infracciones frecuentes son ponerse el cinturón de seguridad mientras se conduce (por la que fueron denunciados 427 conductores) y el uso de cascos o auriculares “conectados a aparatos reproductores de sonido distintos del teléfono móvil” (351 sanciones).

Entre los comportamientos sancionables, los agentes detectaron a 239 personas que leían al volante, falta de atención a la carretera por buscar objetos en marcha (135 denuncias) y distracciones con otros ocupantes (87). Y 63 automovilistas recibieron una sanción por comer en su vehículo en marcha.
Estos controles preventivos permitieron, por otra parte, detectar y multar a 825 conductores que conducían con tasas de alcohol superiores a la permitida y a 786 que dieron positivo en otras drogas.
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Anuladas cientos de multas de velocidad por este pequeño fallo: ¿qué argumentos existen para recurrir con éxito una sanción?