Solo un SUV compacto supera las pruebas de choque lateral en EE UU

El Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras ha analizado en Estados Unidos la resistencia a los choques laterales de 20 todocaminos.

Choque lateral

El Mazda CX-5, en las pruebas de choque del IIHS.

Cuando una barrera móvil de unos 1.900 kilos choca contra los SUV compactos a una velocidad de 60 km/h, casi ninguno de ellos responden tan bien como sería deseable: solo uno de los 20 modelos probados supera la prueba con éxito. 

Los resultados del ensayo proceden del Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) –organismo equivalente en Estados Unidos al programa Euro NCAP–, que ha endurecido una de sus pruebas para calibrar la resistencia de los modelos. Solo el Mazda CX-5 ofrece la mejor de las respuestas. 

En particular, el IIHS ha modificado el test de choque lateral, una de las circunstancias que más muertes y heridos graves causa en las carreteras. “Desarrollamos esta nueva prueba porque sospechábamos que se podía progresar, y estos resultados lo confirman”, explica el presidente del IIHS, David Harkey, en la página web del organismo.

La novedad del ensayo consiste en que el golpe que reciben los vehículos es más fuerte y más rápido. Ahora se utiliza una barrera móvil de 1.896 kilos, frente a los casi 1.497 kilos anteriores, que además avanza a 60 km/h, cuando antes lo hacía a unos 50 km/h. Los responsables del IIHS calculan que la energía del choque es un 82% superior. 

Con estos cambios, nueve SUV obtienen notas correctas (Acceptable, según el criterio del IIHS), varios de ellos ajenos al mercado europeo: Audi Q3, Buick Encore, Chevrolet Trax, Honda CR-V, Nissan Rogue, Subaru Forester, Toyota RAV4, Toyota Venza y Volvo XC40.

Un peldaño por debajo (bajo el epígrafe Marginal), se sitúan otros ocho todocaminos: Chevrolet Equinox, Ford Escape, GMC Terrain, Hyundai Tucson, Jeep Compass, Jeep Renegade, Kia Sportage y Lincoln Corsair. Y la clasificación la cierran por abajo, con la peor nota (Poor, ‘pobre’ en inglés) el Honda HR-V y el Mitsubishi Eclipse Cross.

Ante un choque lateral, la clave reside en que la estructura del vehículo aguante el golpe y se produzca la menor intrusión posible en el habitáculo, como logró el Mazda CX-5, que obtuvo la clasificación más alta: Good, ‘bueno’ en inglés. 

“Estos resultados no son excelentes, pero están en línea con lo que esperábamos cuando adoptamos esta prueba más estricta”, explican en el IIHS, donde se espera que los fabricantes refuercen sus modelos para mejorar las calificaciones en ensayos posteriores. Los 20 SUV examinados, de hecho, habían logrado buenas notas en la prueba lateral de primera generación, instaurada en 2003. El mayor peso de los vehículos actuales, sobre todo los del mercado estadounidense, justifican el reajuste de esta prueba de choque. También los coches eléctricos, por el peso de las baterías, suman más kilos que los modelos convencionales.

Las mejoras en este apartado (la resistencia a los accidentes) se traducen de forma directa en vidas salvadas. Un estudio de 2011 del IIHS, con datos de los diez años anteriores, sostiene que un conductor de un vehículo “con una buena calificación lateral tiene un 70% menos de probabilidades de morir” tras una colisión por el lado izquierdo que un conductor de un vehículo con una calificación baja.

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Sergio Amadoz

Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).

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