No encabezó las listas de éxitos fuera de Grecia, pero en su país arrasaba en ellas. Y como buena estrella, tuvo sus excentricidades. A Stamatis Kokotas, conocido como el Elvis de Atenas, se le olvidó que tenía un Lamborghini Miura aparcado en un hotel de lujo.
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En los años 60 y 70, coincidiendo con la aparición de Elvis Presley, Stamatis Kokotas se convirtió en el rey del panorama musical griego. Más allá de los micrófonos, su pasión eran los coches: fue piloto de rallies y tuvo una extensa colección de coches… gracias a su carrera como cantante.
Convertido en toda una leyenda, entre sus seguidores más famosos estaba el naviero más famoso (y rico) del momento: Aristóteles Onassis. El empresario griego acabó siendo amigo de Stamatis Kokotas, a quien quiso obsequiar con un deportivo italiano. Y no uno cualquiera.

El Lamborghini Miura de Onassis
Aristóteles Onassis regaló un Lamborghini Miura P400S a Stamatis Kokotas. De esta versión sólo se fabricaron 140 unidades y la del cantante griego era de color marrón metalizado con el interior revestido en cuero de color camel.
El Lamborghini Miura fue uno de los mejores diseños de Marcello Gandini y Bertone. El P400S fue (y sigue siendo) una de las variantes más codiciadas. Está equipado con un V12 de 3,9 litros montado transversalmente que entregaba 375 CV de potencia.

31 años abandonado
Stamatis Kokotas lo aparcó en el parking del Hotel Hilton de Atenas en 1972… y nunca volvió a por él. El Lamborghini Miura P400S sólo tenía tres años (era de 1969) y había recorrido con él 100.000 kilómetros cuando el motor falló: mandó el bloque a Italia y se olvidó del deportivo italiano.
Aquel icono empezó a acumular polvo hasta que, en 2003, lo encontraron en el aparcamiento del Hilton de Atenas, que iba a ser demolido. El Lamborghini Miura P400S estaba en un estado lamentable: nueve años después fue subastado por la casa británica Coys.

Subastado en Reino Unido
Lo publicitaron como una ‘joya de granero’, pero no consiguieron venderlo. Según Classic Cars For Sale, la puja más alta alcanzó las 300.000 libras (343.296 euros, según el cambio actual): una cifra insuficiente para alcanzar el precio de reserva del coche… y a la que había que sumar una restauración que superaba los 400.000 euros.
Cuentan que Aristóteles Onassis nunca supo que su ídolo y amigó se olvidó de su regalo. El mundo del motor, sin embargo, lo tiene presente y sigue esperando la aparición de alguien con una economía como la del naviero griego capaz de devolver el esplendor al Lamborghini Miura P400S.
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