Algo tan rutinario como la revisión anual del coche puede convertirse en un gasto mayor e innecesario si no el conductor no se da cuenta a tiempo del engaño. Ciertos diagnósticos pueden esconder prácticas cuestionables: un experto mecánico explica de qué se trata.
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Scotty Kilmer es un mecánico estadounidense que ha pasado más de 50 años en el taller. Ahora ha dado el salto a las redes sociales donde colecciona millones de seguidores: en YouTube son más de seis millones y en TikTok, más de 700.000 son testigo de sus vídeos.
Precisamente ha sido en esta plataforma donde ha advertido sobre una práctica frecuente que puede salir muy cara: fugas de aceite inexistentes y, en consecuencia, reparaciones que no son necesarias.
Así funciona la estafa de la fuga
En el vídeo, Scotty Kilmer muestra un motor antiguo donde se pueden ver restos de aceite “en varios lugares, pero no gotea y no hay nada en el suelo”. Algunos mecánicos aprovechan esta estampa para sacar un rédito cuestionable. Este mecánico asegura haber visto la estafa de la fuga miles de veces a lo largo de su carrera.
Según él, algunos talleres aprovechan la simple presencia de aceite para comunicar al cliente que hay una avería y que debe desmontar el motor y cambiar las juntas. Esto puede llegar a suponer una factura estimada de 900-1.500 euros si no hay complicaciones.
Un consejo clave
Sin embargo, en la mayoría de los casos, esa pequeña cantidad de aceite es inofensiva y no requiere ninguna acción. Motivo por el que Scotty Kilmer recomienda, en caso de duda, buscar una segunda opinión antes de dar luz verde a una operación tan cara y, quizás, innecesaria.
El problema, explica, es que muchos conductores entran en pánico al ver aceite en el compartimiento del motor, no piden esa segunda opinión y caen en el timo. Por esta razón, la estafa de la fuga es particularmente rentable para algunos mecánicos sin escrúpulos.
En los comentarios del vídeo son muchos los que confirman que este timo es un viejo conocido y otros tantos agradecen al mecánico su consejo. Con él, cuentan, sabrán cómo detectar el timo y, así, ahorrar varios cientos de euros.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.