El Ministerio del Interior y la Dirección General de Tráfico dieron a conocer este lunes los datos de siniestralidad vial de 2023, el peor año en número de muertes desde 2018. En el ejercicio anterior perdieron la vida en las calles y carreteras españolas 1.806 personas en 101.306 siniestros viales. La DGT calcula un incremento de los accidentes de tráfico con víctimas de un 3% respecto a 2022, y el mismo porcentaje de aumento de víctimas mortales.
En comparación con los datos de 2019, que sirven como referencia para la Estrategia de Seguridad Vial 2030, disminuyeron los siniestros con víctimas en un 3% y aumentan las personas fallecidas también en un 3%.
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Si se analizan las cifras de morbilidad, 9.265 personas resultaron heridas hospitalizadas y se registraron otras 124.266 personas heridas no hospitalizadas. Estos datos supusieron unos aumentos del 9% y el 4%, respectivamente, respecto a 2022. Frente a 2019, crecieron un 8% las hospitalizaciones y disminuyó en un 5% el número de personas atendidas sin necesidad de traslado.
Motoristas: una preocupación creciente
Tráfico registró en su base de datos un aumento significativo de fallecimientos en turismos, el medio de desplazamiento con mayor número de personas fallecidas. Hubo 703 víctimas mortales (el 39%), un 3% más que en 2022 y 10% por encima de lo anotado en 2019.
Sin embargo, el peor dato en términos relativos fue una vez más el de las motocicletas. El año pasado fallecieron 455 personas sobre dos ruedas, sin tener en cuenta los ciclomotores, la cifra más alta de los últimos 10 años. El 25% de las víctimas mortales viajaba en moto, vehículo que representa únicamente el 15% del parque automovilístico.
Estas personas se engloban en lo que Tráfico considera usuarios vulnerables, por su desventaja evidente respecto a los vehículos de mayor tamaño, y se suman así a las estadísticas de peatones, ciclistas y conductores de ciclomotores fallecidos. Esta categoría representó en 2023 el 52% de las víctimas fatales, un colectivo con un peso creciente en la mortalidad vial.
Otros vehículos perdieron peso en las cifras más negras de 2023, con especial mejoría en el caso de las furgonetas. En 2019 y 2022 fallecieron, respectivamente, 79 y 80 personas en estos vehículos, frente a las 52 del año pasado.
Además, la DGT incluye en sus registros sobre el medio de desplazamiento el epígrafe ‘Se desconoce’: seis en 2019, ninguno en 2022 y uno en 2023. Se trata solo de una curiosidad estadística que pone de relieve la importancia de la investigación de accidentes para entender la seguridad vial: son los casos (muy aislados) en los que el atestado policial no refleja por error o descuido el tipo de vehículo afectado, de modo que la información no queda incorporada al Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico.
Peatones atropellados
Entre los usuarios vulnerables, Tráfico contabilizó 353 peatones fallecidos en atropello, un 1% más que en 2022 y un 7% por encima de los registrados en 2019. El 94% de los siniestros viales con peatones implicados se produjeron en vías urbanas.
En cambio, el escenario habitual de los fallecimientos de ciclistas (90 muertes en 2023) fueron las vías interurbanas (68%), donde la velocidad de los vehículos es muy superior.
En qué carreteras mueren los conductores
Hay muchos más accidentes en las calles de pueblos y ciudades, pero son menos graves, según certifican los números de la DGT. Las vías urbanas concentraron el 65% de los siniestros viales y el 53% de las personas heridas hospitalizadas, pero sólo una de cada tres muertes (29%).
Además, si se desglosan las cifras según el tipo de vía interurbana, se observa que en las carreteras convencionales murieron 943 personas (un 2% más que en 2022) y otras 3.381 sufrieron heridas que requirieron hospitalización (con un incremento del 12% respecto al año anterior).
De este modo, las vías secundarias acumularon el 73% de los fallecidos y el 78% de las personas heridas hospitalizadas en la red interurbana. Son las más peligrosas y en ellas el tipo de siniestro más habitual fue la salida de la vía (42% de fallecidos). De hecho, esta es la causa de siniestro mortal más frecuente en España cuando se incluyen las zonas urbanas, aunque baja el porcentaje (36%).
Desde el punto de vista de la distribución territorial del número de víctimas mortales, y respecto al año 2022, se observan los mayores incrementos en las comunidades autónomas de Extremadura (29), Castilla-La Mancha (26), Baleares (26) y Cataluña (24). Por el contrario, las mayores disminuciones correspondieron a Andalucía (-23), Comunidad Valenciana (-21) y Navarra (-20).
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