Es hora de decirle adiós al coche. Pero antes de venderlo, evidentemente, hay que saber cuánto se puede pedir por él.
Saber cuánto vale un coche usado requiere de la recopilación de toda la información posible.
Para empezar, el estado de conservación del mismo, su kilometraje y su antigüedad son los principales factores que marcarán su precio de venta.
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¿Qué datos hay que recopilar del coche?
Para empezar, hay que tener claro marca, modelo, versión, año de la primera matriculación y nivel de equipamiento. En este último punto hay que tener también en cuenta todos los opcionales que lleva el coche, tanto en lo que se refiere a seguridad, como a confort o infoentretenimiento.
También hay que destacar, porque aumenta su valor, si tiene el libro de mantenimiento sellado con todas las revisiones. Por supuesto, debería tener la ITV en vigor y también destacar si todavía conserva alguna garantía de compra o de reparaciones.
Estado del vehículo
Cuantos más arañazos, golpes o desperfectos, menor será su valor, como es lógico. Por eso merece la pena valorar hacer algunos pequeños arreglos antes de venderlo, porque puede que no aumente su valor, pero puede dar mejor impresión y venderse antes.
El estado de los neumáticos también es importante y si están muy desgastados, el comprador pedirá una rebaja en el precio final.
El precio final
Con todos estos datos, lo más rápido es introducir los principales datos del vehículo en un buscador de anuncios clasificados en algún portal web de compra venta de coches.
Y es que aquí se puede comparar con coches similares y, sobre todo, del mismo año y con un kilometraje muy parecido.
También hay portales que ofrecen herramientas de tasación gratis, sobre todo en páginas de empresas interesadas en comprar coches usados. Aunque por regla general, el precio que ofrecerán estará por debajo del mercado, al descontar su beneficio. Pero en este caso y si urge la venta, puede ser una buena solución.
En cualquier caso, también hay que tener en cuenta que el precio se verá sometido a negociación, así que hay que valorar dejar un margen en previsión de esa posible rebaja.
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