Coches de hidrógeno: cómo lograr que sean más baratos y numerosos

Las carreteras españolas necesitan coches de hidrógeno. La patronal de fabricantes Anfac apoya esta tecnología y, de hecho, la considera imprescindible –tanto como la electrificación– para descarbonizar el parque automovilístico español lo antes posible.  Como parte de su apuesta por el hidrógeno, Anfac ha diseñado un decálogo de medidas que impulsen la tecnología, entre ellas los incentivos a la compra y el desarrollo de una red de repostaje competitiva. 

Los fabricantes solicitan también una normativa que facilite la instalación de hidrogeneras y defienden la creación de un organismo público que coordine y lidere el impulso de esta tecnología como alternativa de movilidad. 

Los vehículos de hidrógeno resultan un elemento clave, en palabras de Anfac, para “el cumplimiento de los objetivos de neutralidad climática”, ya que la descarbonización de la movilidad no será posible, al menos a medio plazo, solo con los coches eléctricos de batería. El estado de la tecnología aún no lo permite. 

Como principales ventajas, los coches de hidrógeno sobresalen por una autonomía de uso superior, un tiempo de repostaje mucho más rápido (cercano al de los modelos de gasolina o diésel) y un peso similar al de vehículos de combustión equivalentes. Y sus emisiones contaminantes son nulas en el ciclo de uso, ya que por el tubo de escape solo emiten vapor de agua. 

Como contrapartida, su precio es aún muy elevado (la tecnología para fabricar la celda de combustible resulta muy costosa), apenas hay oferta en el mercado y, sobre todo, no existe modo de repostar en España en estaciones públicas.

Anfac pone el acento, precisamente, en el retraso que ya sufre España en este terreno. Con solo dos modelos en el catálogo de las marcas, el Hyundai Nexo y el Toyota Mirai, el parque “puede considerarse inexistente, con tan solo 15 unidades matriculadas”, reseña Anfac, es decir, el 0,61% de las 2.453 que circulan por Europa (con datos de 2020). Igual de precaria es la infraestructura de carga, pues España “no cuenta con ninguna estación de repostaje de hidrógeno de acceso público”. 

Anfac llama al impulso urgente de esta tecnología si se quieren cumplir las estimaciones de la Hoja de Ruta del Hidrógeno del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, con 2030 como horizonte. Para entonces, España debería contar con “entre 5.000 y 7.500 vehículos ligeros y pesados alimentados por hidrógeno verde”, así como entre 150 y 200 hidrogeneras. 

“Si no concretamos propuestas el esfuerzo del sector de automoción en innovar e invertir en nuevos vehículos no se verá acompañado y no podremos lograr nuestros objetivos de descarbonización del parque en 2050”, sostiene el director general de Anfac, José López-Tafall. Los fabricantes, en consecuencia, proponen medidas concretas para impulsar los coches de hidrógeno:

Planes de incentivo a la compra

Anfac considera imprescindible que, “durante años”, se desarrollen programas específicos similares al Moves, se apliquen bonificaciones fiscales y se establezcan “cuotas de compra mínimas para entidades públicas”, entre otras medidas.

Infraestructura de repostaje

Los fabricantes consideran prioritario acelerar el despliegue de la red, comenzando “con un plan de escalada a 2025 que permita construir una infraestructura de suministro mínima con capilaridad a lo largo de todo el territorio nacional”. Por esa razón, solicitan mecanismos de ayuda “que permitan cubrir, al máximo nivel de porcentaje” las inversiones necesarias.

Coste competitivo del hidrógeno verde

Anfac pide fomentar la innovación y el desarrollo del hidrógeno para que la producción de hidrógeno verde aumente de modo eficiente. Para ello se necesita “mayor disponibilidad de energía renovable” y una sustancial “reducción del precio de la electricidad”.

Regulación de las hidrogeneras 

El impulso de los coches de hidrógeno pasa por la simplificación de los trámites y el desarrollo de una legislación específica para hidrogeneras que establezca los requisitos administrativos y los permisos necesarios para su construcción. Y que las equipare legalmente a las estaciones de servicio tradicionales, de modo que también puedan instalarse en estas surtidores de hidrógeno.

Apoyo a la investigación de los coches de hidrógeno

Para que el hidrógeno desempeñe un papel principal, debe favorecerse, en opinión de Anfac, la inversión en proyectos que investiguen una obtención limpia y eficiente del gas, la fabricación de pilas de combustible o la distribución y el almacenamiento seguros.

Creación de un organismo público

Como parte fundamental de su propuesta, Anfac solicita la creación de un “organismo público interministerial, liderado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico” que impulse y coordine el despliegue de la infraestructura de repostaje (con una planificación y objetivos concretos), revise la instalación de puntos de suministro públicos y, entre otras tareas, garantice “unos precios competitivos para la recarga de los vehículos de hidrógeno”.

Otras medidas

Los fabricantes apuestan también por una adaptación normativa que facilite la evolución de la tecnología. Deben tenerse en cuenta aspectos relacionados con el diseño de los vehículos, los servicios posventa o el posterior reciclado de las unidades retiradas de la circulación. Y también se hace necesaria, en opinión de la patronal, la creación de un sistema regulatorio que certifique el uso de energías renovables en la producción del hidrógeno. Asimismo, Anfac apoya el desarrollo de tecnologías y de un marco regulatorio que permitan distribuir el hidrógeno a través de la red de gas natural y separarlo en los puntos de suministro.    También se debe actuar, según cree la patronal, en la base de la cadena de valor con el fomento de una formación específica, tanto en la universidad como en los grados medios, que atraiga “talento cualificado y con un grado elevado de conocimiento tecnológico”.

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