El descapotable eléctrico con casi 1.000 kilómetros de autonomía

Fisker ha llegado recientemente a los mercados europeos con el Ocean, un SUV que consiguió sumar más de 40.000 reservas antes de lanzarse de manera oficial. Ahora la compañía ha presentado su siguiente modelo, que solo comparte con su predecesor su naturaleza eléctrica: el Fisker Rōnin.

La marca lo define como un gran turismo descapotable, que busca combinar las sensaciones de conducción con la comodidad, todo ello siendo sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Tiene un diseño muy deportivo, con un frontal incisivo, grupos ópticos dispuestos en formato horizontal, marcados pasos de rueda que alojan llantas de 23 pulgadas hechas de fibra de carbono y una silueta bastante atlética. Lo más destacado es su techo duro retráctil, que se repliega al interior del maletero; y las pequeñas puertas de apertura suicida que dan acceso a las plazas posteriores.

Su interior, solo mostrado en un render digital, es muy futurista. Presenta un volante tipo ‘yoke’, como el visto en el Tesla Model S, una pantalla vertical central de 17,1 pulgadas y un salpicadero conformado a su vez por una de mayores dimensiones.

De su apartado mecánico solo se han facilitado sus primeros detalles, señalando que tendrá una potencia superior a los 1.000 CV, una aceleración de 0 a 100 km/h en aproximadamente dos segundos, una velocidad máxima de 275 km/h y una autonomía de casi 1.000 kilómetros.

Solo 999 unidades del Fisker Rōnin

Henrik Fisker, presidente y director ejecutivo de la compañía, ha declarado: “El Fisker Rōnin es para personas a las que les encanta conducir, pero que también se sienten identificadas con el arte y el diseño automotriz y exigen que sus vehículos de alto rendimiento adopten un enfoque de futuro sostenible”.

El Fisker Rōnin será el modelo de representación de Fisker y, como tal, será mucho más exclusivo que el Fisker Ocean. Solo van a fabricarse 999 unidades a un coste de unos 350.000 euros cada una. Ya se han abierto las reservas, con un depósito de 1.800 euros y la producción comenzará en la segunda mitad de 2025.