En el marco del CES 2022, el salón tecnológico de Las Vegas (EE UU), se ha presentado el Mercedes Vision EQXX, un prototipo que muestra cómo ve la marca el futuro de los coches eléctricos: atractivos, ultraeficientes y sin la todavía hoy en día existente preocupación por su autonomía.
El modelo de Mercedes presenta un titular destacado: tiene un alcance que supera los 1.000 kilómetros de autonomía, algo que consigue combinando tres factores esenciales: un diseño aerodinámico, un peso contenido y un sistema de propulsión muy eficiente.
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El primer aspecto queda patente en la silueta del vehículo, con un perfil que muestra un coche alargado y bajo, con un frontal incisivo, una carrocería de formas suaves y una caída del techo que se prolonga hasta una zona inferior donde es clave el conjunto formado por el difusor en la parte inferior y por el alerón, que incluye los grupos ópticos, en la superior.
El resultado es un coeficiente aerodinámico (Cx) de solo 0,17 y unas proporciones que recuerdan en cierta medida al McLaren Speedtail o, yendo más atrás en el tiempo, al XL1 de Volkswagen, otro modelo específicamente centrado en la eficiencia.
Otro aspecto capital para conseguir el mayor rango de acción posible es reducir el peso en la medida de lo posible, algo que Mercedes ha conseguido (marca 1.750 kilos sobre la báscula) empleando carbono y vidrio reforzados para dar forma a ciertas partes de la carrocería, magnesio para las llantas o una batería lo más compacta posible.
La pila que alimenta el propulsor es de 100 kWh de capacidad, la que monta el EQS 450+, pero mucho más compacta (ocupa un 50% menos) y sensiblemente más ligera (pesa un 30% menos, 495 kilos). Alimenta un motor de 204 CV (150 kW) muy eficiente que consigue hacer llegar el 95% de la energía a las ruedas, evitando el gasto innecesario y, además, está apoyada por células fotovoltaicas instaladas en el techo que añaden 25 kilómetros de autonomía.
Como resultado de todo lo anterior, homologa un consumo de algo menos de 10 kWh cada 100 kilómetros, lo que le permite recorrer grandes distancias antes de tener que volver a recargar, sobre el papel incluso un millar de kilómetros en condiciones óptimas.
A priori no hay intención de convertirlo en modelo de producción, pero a pesar de ello Mercedes ha optado por crear un interior no excesivamente futurista y que sí podría verse en un modelo de calle.
No existen botones físicos, presenta un enfoque minimalista y la protagonista del habitáculo es la enorme pantalla 8K de 47,5 pulgadas que da forma a todo el ancho del salpicadero. No es tan grande como la ‘Hyperscreen’ del Mercedes EQS, que llega a 56”, pero hay que recordar que esta en realidad está formada por tres.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.