Los coches eléctricos llegan de manera oficial al Estado de la Ciudad del Vaticano: ha firmado un acuerdo con Volkswagen para que le suministre una flota de vehículos de cero emisiones. Los dos primeros ejemplares, dos ID.3 Pro Performance, ya se han entregado al papa Francisco, pero en 2024 serán casi 40 unidades.
La marca alemana surtirá a la ciudad estado con varios de sus SUV eléctricos y es que, además del Volkswagen ID.3, también formarán parte de la flota vaticana sus hermanos mayores, los ID.4 e ID.5. Sin embargo, en el acuerdo no se menciona la presencia del Volkswagen ID.7, la primera berlina eléctrica de la compañía, ni del ID. Buzz.
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Se trata del primer paso del Vaticano en su programa Reconversión Ecológica 2030, que tiene como objetivo es reducir la huella de CO2 del parque automovilístico del Estado. De manera progresiva, se irán reemplazando los vehículos existentes por otros eléctricos, para que en 2030 toda la flota sea neutra en emisiones de CO2.
Será Volkswagen la encargada de suministrarle todos los automóviles. Tras 2024, se entregarán en sucesivas olas hasta reemplazar por completo su parque móvil.
Imelda Labbé, miembro del comité responsable de Ventas, Marketing y Posventa de Volkswagen Turismos, ha declarado: “La electrificación de las flotas es cada vez más importante en todo el mundo. El hecho de que los empleados del Vaticano también vayan a formar parte de nuestros conductores [de la gama] ID en el futuro es un gran objetivo y un honor para nuestra marca, y subraya el atractivo de nuestros modelos eléctricos”.
El Papamóvil será eléctrico
Este movimiento implica que el papamóvil, al menos el que utilice el Sumo Pontífice en el Vaticano, será un coche eléctrico.
Teniendo en cuenta la gama de Volkswagen, será un eléctrico de baterías, pero no será el primer cero emisiones del que dispondrá el papa Francisco. En 2020, Toyota ya le hizo entrega de un ejemplar de primera generación del Mirai, un vehículo de pila de hidrógeno.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.