Por ahora solo es un prototipo, pero el Citroën Ami Buggy podría dar pie a una nueva variante del cuadriciclo francés destinada a disfrutar del entorno natural durante los fines de semana. Y su inspiración procede de otro famoso buggy de la marca, el inolvidable Mehari, que brilló con luz propia en las playas y las fiestas veraniegas de los años setenta y que en época reciente revivió en un modelo con mecánica electrificada.
Los técnicos del centro de diseño de la marca han desarrollado esta lúdica versión del Ami pensando en las escapadas al medio natural. Para ello han hecho algunos ajustes al modelo y lo han dotado de varios elementos específicos.
Más información
Lo que más llama la atención a primera vista es que las puertas de la versión urbanita desaparecen y son sustituidas por unas cortinas de lona impermeables. Además, se pueden desmontar, plegar y guardar enrolladas detrás de los montantes centrales de la carrocería.
Las ruedas también contribuyen a transformar el aspecto exterior del coche. Tienen unas llantas más anchas y montan unas cubiertas con tacos del tipo Mud para garantizar el agarre sobre los terrenos más blandos.
Además, y al más puro estilo safari, en el techo se ha fijado una rueda de repuesto, inexistente en la versión normal. En su parte delantera, el Citroën Ami Buggy porta una barra de iluminación con proyetores de luz led para iluminar el terreno por la noche.
Y otro aditamento práctico para la carrocería del modelo consiste en una visera sobre el parabrisas que evita el deslumbramiento del sol y también protege del calor a los ocupantes.
Maletas extraíbles
Tampoco se ha descuidado la presentación con una decoración adecuada para las circunstancias. La pintura elegida es un verde oscuro de tipo camuflaje para reforzar por delante la personalidad aventurera del vehículo. Se combina en la zaga con un acabado en negro.
El toque colorista lo aportan algunos detalles como los asientos ergonómicos, el cable de recarga o los embellecedores que destacan del resto por su amarillo intenso, consiguiendo el conjunto una imagen muy llamativa para un coche tan pequeño.
Los accesorios del Ami Buggy
En el interior del minúsculo habitáculo el espacio se ha aprovechado al máximo para hacerlo más práctico durante las actividades al aire libre. Así, se han integrado unas maletas extraíbles en los laterales para llevar el material necesario y en el volante el conductor puede fijar una riñonera para tener a mano sus objetos personales.
Asimismo, a los pies del copiloto se aloja una mochila, también extraíble y muy a mano para tenerla dispuesta en cuanto se llegue al destino. Los espacios útiles a bordo se completan con una bandeja portaobjetos con soportes de sujeción sobre el salpicadero, destinada a alojar lo más necesario durante el viaje.
El Citroën Ami que ha servido de base para esta llamativa preparación es un pequeño cuadriciclo ligero de motor eléctrico diseñado para el transporte urbano. Dispone de dos plazas y se puede conducir con la licencia AM de ciclomotor.
Mide 2,41 metros de largo y desarrolla una potencia de 8,2 CV y una velocidad máxima de 45 km/h. Actualmente es el líder del mercado entre los vehículos eléctricos de su categoría y ocupa la segunda plaza entre todos los cuadriciclos ligeros por número de matriculaciones del último año.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram