Los conductores de coches eléctricos que circulan habitualmente por autopista se enfrentan a un desafío poco conocido: una pérdida drástica de la autonomía de la batería al mantener velocidades altas de forma constante. Una reciente y exhaustiva prueba realizada por el medio estadounidense InsideEVs ha puesto cifras al problema, revelando un porcentaje que resulta, como poco, alarmante.
Más información
Según los resultados de la prueba Eurocharge 2025, una ruta de miles de kilómetros a través de Europa, los ocho coches eléctricos participantes experimentaron una reducción de alrededor del 40% de la capacidad de su batería cuando la conducción se limitó a circular constantemente a 120 km/h, la velocidad habitual de las vías rápidas europeas. Este dato desmonta la idea de que la cifra oficial de autonomía (ciclo WLTP) es fácil de alcanzar en cualquier circunstancia.

El factor velocidad
El estudio evidencia que la velocidad constante es, con diferencia, el mayor enemigo de la eficiencia de un coche eléctrico. Cuando los mismos vehículos redujeron su ritmo a velocidades más propias de carreteras nacionales (entre 90 y 100 km/h), sus cifras de consumo y autonomía se acercaron, e incluso superaron, a las anunciadas por los fabricantes bajo el ciclo WLTP.
El ejemplo del Renault 4 E-Tech fue uno de los más claros: este modelo pasó de registrar un consumo muy eficiente en tramos de baja velocidad a duplicarlo con creces al circular por autopista a ritmo constante. Incluso los vehículos más modernos y avanzados tecnológicamente, como el Porsche Macan EV o el Audi A6 e-tron Quattro, exhibieron esta misma caída en su rango de kilómetros.

La solución es pisar menos el acelerador
Las conclusiones son contundentes: si el objetivo es cubrir largas distancias con un vehículo eléctrico, el conductor debe moderar el trabajo con el pie derecho. Ir a 120 km/h o más exige que el coche luche de manera constante contra la resistencia del aire, un factor que eleva el consumo energético de forma exponencial.
Por lo tanto, más allá de la capacidad de la batería o la arquitectura del vehículo (si es de 400 u 800 voltios), el consejo más efectivo y gratuito es simple: reducir la velocidad de crucero. Al circular entre 100 y 110 km/h, no solo se ahorra una cantidad significativa de energía, sino que, paradójicamente, puede hacer que el viaje sea más rápido en conjunto, pues se reduce la frecuencia y el tiempo de las paradas obligatorias para recargar. La autopista es, sin duda, la prueba de fuego que todavía deben superar los coches eléctricos.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram
La verdad sobre la autonomía de los coches eléctricos: estos son los que más kilómetros hacen
La sorprendente predicción de un experto en coches eléctricos sobre la autonomía que tendrán en el futuro