Renault 4, un coche con mucho sentido

La marca francesa cree, firmemente, que este puede ser el primer y único vehículo de muchas familias, como lo fue el original en los años 60.

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Renault tiene como objetivo hacer coches con sentido. O lo que es lo mismo: vehículos para el mayor número de clientes. Razón por la que han traído de vuelta al Cuatro Latas, que, ahora, es un coche eléctrico del segmento B. La marca francesa cree, firmemente, que este puede ser el primer y único vehículo de muchas familias como lo fue el original en los años sesenta. ¿El Renault 4 tiene los ingredientes para ello?

Hace un tiempo, Renault desveló todos los detalles del Renault 4 (disponible desde 28.752 euros) cuyas primeras unidades llegarán a los concesionarios en julio. Ahora llega el momento de arrancarlo para saber si, igual que han rescatado y adaptado elementos estéticos del original, también han logrado preservar su mítica polivalencia.

La prueba del Renault 4 ha comenzado y ha terminado en Lisboa. Desde la capital lusa, los trayectos propuestos han recorrido carreteras de todo tipo: autovías, secundarias, comarcales e, incluso, caminos. También ha habido tiempo para exprimir la conducción urbana de este coche eléctrico.

prueba renault 4

La autonomía real del Renault 4

Dividida en dos tandas, de 98 y 95 kilómetros respectivamente, el consumo ha sido de 12,6 y 14 kWh/100 km. Cifras más contenidas que las del Renault 5 con quien comparte mecánicas y baterías. Llama la atención porque el Renault 4 es un coche más grande y, en consecuencia, más pesado. Lo cierto es que las temperaturas y las rutas propuestas eran ideales para un coche eléctrico.

Las unidades que han protagonizado la prueba eran las del acabado Techno e Iconic: el intermedio y el tope de gama. Ambos equipados con el motor de 150 CV y 245 Nm, que va asociado a la batería de 52 kWh. Promete una autonomía oficial de hasta 400 kilómetros, pero con el Renault 4 completamente cargado el rango era de 337.

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Perfecto para la ciudad

El Cuatro Latas era muchas cosas, pero sobre todo era un coche polivalente. Era el vehículo que, en la España de los años 60, las familias utilizaban para todo. La marca francesa pretende replicar eso en el Renault 4, que se mueve en la ciudad como pez en el agua. Cumple como coche eléctrico urbano.

Con un radio de giro de 10,8 metros, se erige como un coche muy ágil en las calles. Ayuda en estos desplazamientos la función ‘one pedal’: es el primer coche eléctrico de la casa francesa que lo incorpora.

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Complementa a los tres primeros modos de frenada regenerativa y se activa, como ellos, a través de las levas del volante. Con él, es posible quitar el pie del acelerador hasta que el coche se detiene por completo sin que tener que pisar el freno.

Los frenos, por su parte, son sensibles cuando se circula a baja velocidad y en las frenadas firmes transmiten tranquilidad y consistencia.

Un coche cómodo en carretera

Cuando llega el momento de salir de la ciudad, el Renault 4 disimula bien su peso (1.462 kilos) y su tamaño: mide 4,14 metros de largo, 1,80 de ancho y 1,57 de alto. Comparte tren delantero con Clio, Captur y Renault 5 y esto se traduce en una dirección confortable (tiene una relación de desmultiplicación de 14,5), pero algo remota.

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La marca francesa ha trabajado específicamente la amortiguación para hacerla más suave y se nota: es un coche fácil de conducir, pero también cómodo. ¿Cómo afronta las curvas? Sin perder el rumbo gracias a su geometría multibrazo. Esta apuesta da como resultado más dinamismo y más estabilidad: el balanceo es mínimo.

Y algunos ‘peros’

Hay aspectos en la conducción del Renault 4 que llaman la atención por ser incómodos. En autovías, a 120 km/h, se cuela demasiado ruido, así como algún silbido, por la zona de los retrovisores. Además, la visibilidad de la luneta trasera es reducida debido a los reposacabezas traseros y la información que muestra el cuadro de instrumentos puede resultar excesiva para algunos conductores.

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En este sentido, la pantalla central funciona de manera muy intuitiva y fluida: todo en ella es fácil de manejar Se agradece que Renault esté en el grupo de marcas que siguen apostando por los controles físicos para los principales ajustes del coche. Sin embargo, para el volante de tres radios, achatado por arriba y por abajo, han elegido botones hápticos que no siempre son bien recibidos por los conductores. Los mismos que pueden echar de menos algo más de agarre en los asientos que, eso sí, destacan por su comodidad.

Algo que tampoco termina de cuadrar en un coche que Renault quiere vender como primera opción para muchas familias es el espacio de la fila trasera: es correcto. Bien es cierto que el radio para las rodillas es de 16,4 centímetros y la altura libre al techo es de 85,3, pero estas cifras se pueden quedar cortas para tres adultos: la segunda fila es ideal para dos, no más.

Cuando preguntas a alguien cómo es un coche, siempre se detiene en las particularidades. El Renault 4 está plagado de estos detalles: también en su conducción, que es la de un coche equilibrado con precisión y con mucho sentido.

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