El nuevo Smart #1 es el primer vehículo producto de la unión de Mercedes con la marca china Geely. Y, por lo visto y probado en Lisboa, el nuevo SUV compacto de la marca ha sabido combinar perfectamente una tecnología de propulsión eléctrica junto con la habitual calidad alemana de primer nivel.
Con una batería de 66 kWh y una potencia de 200 kW (272 CV), su autonomía teórica es de 440 kilómetros. Son 400 en el caso de la versión Brabus, que llega con la misma batería, tracción integral y una potencia de 315 kW (428 CV).
Diseño futurista
A su paso, aunque no hace ruido, sus formas y proporciones llaman la atención. Para empezar, tanto delante como detrás cuenta con tiras luminosas que recorren todo el ancho y que acaban en una forma de Y. Además, cuenta con manillas eléctricas enrasadas que salen al detectar la llave, puertas sin marco y un techo panorámico integrado y realmente grande.
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La versión Brabus cuenta con paragolpes y llantas específicas, además de combinaciones de colores algo más agresivas y, en el interior, volante de alcántara o una tapicería con mejores materiales y el logo bordado.
Un SUV compacto
Su longitud es de 4.270 milímetros, 1.636 de alto y 1.822 de ancho, un tamaño a medio camino entre un Seat Arona y un Seat Ateca, por ejemplo. Cuenta con un hueco bajo el capó delantero de 15 litros y un maletero tradicional detrás que va desde los 313 litros de las versiones Premium, Launch Edition y Brabus hasta los 323 litros del Pro+.
Por dentro, el espacio en las plazas traseras impresiona para su tamaño exterior. De lo mejor entre los SUV del segmento compacto.
El cuadro de instrumentos digital Full HD de 9,2 pulgadas se ubica detrás del volante. Pero el verdadero protagonismo lo adquiere la pantalla central táctil de 12,8 pulgadas con gráficos en 3D. Esta acoge un completo sistema de infoentretenimiento que integra navegador, climatización o hasta un avatar (un zorrito) desarrollado mediante inteligencia artificial que ayuda en algunas funciones. Este sistema también cuenta con control por voz y lo ha desarrollado la empresa china Ecarx.
Su manejo es bastante intuitivo y nada queda fuera de su control. Y nunca mejor dicho. No hay botones para la climatización. Tampoco para los modos de conducción: Eco, Normal o Sport, además del modo Brabus en la versión del mismo nombre. Todo se maneja, controla y acciona con esta pantalla.
En principio abruma un poco, pero al poco tiempo se hace todo de forma intuitiva y con un software muy rápido y que responde muy bien. Esta pantalla tan grande, su precisión, sus grafismos y su rapidez de accionamiento se parece mucho a la que montan los Tesla. ¿Casualidad?
Eso sí, tiene algunos puntos mejorables, como la regulación de los retrovisores, que aparece como posibilidad al mover el asiento. Si se quieren ajustar en un momento dado, el enjambre de menús puede despistar demasiado y llevar más tiempo del recomendable. También los asistentes de seguridad a veces son demasiado intrusivos y no dejan conducir con tranquilidad. Sobre todo el reconocimiento ocular que avisa si no se está atento a la carretera.
En marcha
Al rodar, lo primero que llama la atención entre el modelo normal y el Brabus es la diferencia tan abismal que hay en sus prestaciones.
Aun así, ya con los 272 CV de la versión normal, el coche se nota muy ágil, sobre todo para pesar 2.213 kilos, que no son pocos. La muestra es que su aceleración, de 0 a 100 km/h es de solo 6,7 segundos. Claro que, cuando aparecen las curvas, sus neumáticos ‘Eco’ no permitían aprovechar su potencial y no podían contener su peso, por lo que comenzaban a perder tracción y resbalar bastante pronto.
Este efecto se magnificaba en el Brabus, que con sus 428 CV y 3,9 segundos en el 0 a 100 km/h, obsequia al pasaje con una contundencia inusitada y muy similar a la que se puede experimentar en un Tesla Model 3. Esta versión cuenta con un modo más de conducción por encima del Sport y denominado Brabus, que maximiza la dinámica del Smart. En esta misión colabora la posibilidad de activar un sonido de motor a bordo, que funciona muy bien y que hará creer al pasaje que está en todo un deportivo de gasolina.
Además, esta versión más potente también monta otro motor eléctrico en el eje delantero, por lo que la transferencia de su potencia y de los 543 Nm se hace a través de las cuatro ruedas y no solo de las traseras como en la versión normal.
Los frenos son muy potentes y detienen el vehículo sin problemas. Además, cuenta con la posibilidad de activar el ‘e-pedal’ que permite circular casi sin pisar el pedal de freno, ya que aumenta mucho la retención al soltar el acelerador.
La amortiguación está orientada a agradar al pasaje y lo consigue sin permitir muchos movimientos incómodos de la carrocería. Mientras, la dirección resulta muy convincente y directa y transmite bien lo que pasa bajos las ruedas delanteras.
Consumo y carga
La batería tiene una capacidad bruta de 66 kWh (62 kWh de capacidad útil) y, en estas pruebas el consumo ha oscilado mucho en función del tipo de conducción.
En zonas reviradas donde se ha aplicado el acelerador y el freno a modo deportivo, el consumo superaba en varias ocasiones los 25 kWh/100 km. En momentos más ‘tranquilos’ y ya a un ritmo más normal y habitual, el consumo fue muy bueno: unos 16-17 kWh/100 km.
Respecto a su carga, puede hacerlo con corriente alterna a un máximo de 22 kW (del 10 al 80 % de carga tardaría menos de tres horas), y en continua a 150 kW (del 10 al 80 % en menos de media hora).
Precios y prerreservas
Hasta ahora, ya hay unas 60 reservas hechas de la versión Launch Edition del Smart #1, que cuenta con un precio de 46.900 euros (41.190 euros con el plan de ayudas MOVES). Pero el 18 de octubre se abrirá el periodo de pre-reservas del resto de acabados.
La línea Pro+ comienza con un precio de 42.100 euros (36.390 euros con el plan MOVES), la Premium 45.600 euros (39.890 con las ayudas) y la Brabus con 49.600 euros (43.890 con el MOVES).
A finales de año, principios de 2023, se podrán ver las primeras unidades en las carreteras.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.