Uno de cada cuatro conductores de coche eléctrico apaga el aire acondicionado en verano: ¿es un error?

Muchos propietarios de coches eléctricos sacrifican su comodidad en verano para ganar autonomía, pero el ahorro es mínimo.

calor coche
Son muchas las precauciones que un conductor debe tomar cuando las temperaturas son elevadas.

La autonomía sigue siendo uno de los grandes talones de Aquiles de la movilidad eléctrica. Aunque los coches sin emisiones han mejorado notablemente en los últimos años, muchos conductores siguen condicionando su experiencia de uso por el miedo a quedarse sin batería. Esta “ansiedad por la autonomía” lleva a algunos a tomar decisiones poco efectivas —e incluso contraproducentes—, como apagar el aire acondicionado en pleno verano para arañar unos kilómetros extra. Pero, ¿realmente merece la pena?

Con la llegada del calor, muchos conductores de coches eléctricos toman decisiones drásticas. Según una reciente encuesta de YouGov para la empresa noruega Zaptec, uno de cada cuatro propietarios de vehículos eléctricos apaga el aire acondicionado en verano con la esperanza de alargar la autonomía de su batería. En cifras, esto representa a más de 140.000 conductores solo en Noruega. ¿Compensa? La respuesta es clara: no.

Un ahorro marginal

Una prueba realizada por la organización alemana ADAC en 2024 desmonta el mito. En un laboratorio a 35 grados, un coche eléctrico con el climatizador ajustado a 20 grados consumió apenas entre 1,3 y 1,5 kWh por hora. Tras ocho horas, la pérdida total de batería fue del 16 %, equivalente a unos 64 kilómetros de autonomía.

Además del escaso ahorro, conducir con calor extremo puede ser peligroso. Según ADAC, las altas temperaturas afectan la concentración, aumentan la fatiga y reducen los reflejos, hasta el punto de equipararse a conducir con una tasa de alcohol en sangre de 0,5 g/l. Por ejemplo, a 90 km/h, el calor extremo puede duplicar la distancia de frenado, pasando de 16 a 41 metros. Además, la exposición prolongada a altas temperaturas muestra síntomas físicos como calambres o irritabilidad.

Recargar con cabeza

Oscar Tjåland, portavoz de Zaptec, lo resume así: “Es mejor hacer una parada extra para cargar y viajar cómodo”. También recomienda no cargar siempre al 100 % y conocer los límites de carga de cada vehículo para evitar colapsar los puntos de recarga.

Tjåland señala igualmente que es bueno asegurarse de no utilizar cargadores que puedan suministrar más energía de la que el automóvil puede soportar: conocer la limitación de velocidad de carga del coche es fundamental para no elegir un cargador de 200 kW si el modelo solo admite cargas a 50 kW.

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