Durante la madrugada del sábado 28 al domingo 29 de octubre, tendrá lugar el tradicional cambio de hora de otoño. Los relojes se retrasarán y a las tres serán las dos: los conductores ganan una hora de descanso, pero, al mismo tiempo, deben hacer frente a las consecuencias de este movimiento. ¿Cómo afecta a la conducción?
A partir del sábado, los días parecerán más cortos… y también lo serán: hasta el 21 de diciembre hay menos horas de luz solar. Algo relevante a la hora de ponerse al volante, ya que el 90% de la información que recibe el conductor llega a través de la vista que, ahora, se enfrenta a un escenario con condiciones adversas. El cambio de hora, además, provoca desajustes en las personas.
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Más somnolencia
Retrasar el reloj una hora regala una hora de sueño y, al mismo tiempo, produce cierto descontrol en el descanso: puede ser menor y de peor calidad. Esto repercute en la salud de las personas y, en el caso de los conductores, esto se traduce en un mayor riesgo de sufrir somnolencia y fatiga.
En estas condiciones, los conductores tienen menos reflejos y cometen más errores. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) recomienda seguir un horario regular de comidas y descanso. Hace especial énfasis en el hecho de dormir las ocho horas recomendadas. Pautas especialmente importantes en los días posteriores al cambio de hora.
Menos luz para conducir
Un conductor fatigado y con sueño percibe peor su entorno. Si a esto se une que los días tienen menos horas de luz, el combo resultante eleva el riesgo al volante. ¿La razón? Esa falta de luminosidad hace que las pupilas se dilaten: en este contexto, el ojo trabaja más con la retina periférica. O lo que es lo mismo: la persona sufre una ligera miopía nocturna.
Al circular de noche, puede que los conductores tengan que hacer frente a una mayor fatiga visual, al lagrimeo y al picor de ojos. Además, pierden un 30% de su capacidad visual, mientras que la agudeza se reduce en un 70%. El sentido de la profundidad y la capacidad para medir distancias también son peores.
Para evitar estos efectos del cambio de hora en la conducción, es aconsejable extremar las precauciones. Hay que circular, por lo tanto, respetando los límites de velocidad, las órdenes de las señales de tráfico y aumentando la distancia de seguridad para disponer de más espacio y tiempo de reacción.
Otros efectos del cambio de hora
Recuerda la DGT que el cambio de hora también puede afectar al estado de ánimo de los conductores, provocando nerviosismo, ansiedad o tristeza. A estos sentimientos hay que añadir las distracciones, el dolor de cabeza o la irritabilidad. Todo ello puede influir en la conducción.
Para que el efecto de esos estados sea el mínimo, Tráfico vuelve a recomendar un par de pautas. Extremar las precauciones y reducir, aproximadamente, un 20% la velocidad: sobre todo entre las cuatro de la madrugada y las seis de la mañana. Es en esta horquilla donde los niveles de alerta bajan por el cansancio y cuando menos luz hay.
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