Las fugas de aceite están entre las averías más comunes y, además, son fáciles de reconocer: suelen dejar un rastro y el color del humo que sale por el escape será azulado. Cuando es pequeña, se puede aplicar una solución preventiva y barata para que no vaya a más y, sobre todo, para ahorrarse reparaciones de hasta miles de euros.
Son varias las causas que se pueden esconder detrás de una fuga de aceite. El motivo puede residir en el filtro, en el cárter, en el turbo, en la junta de la culata, en el cigüeñal, en el bloque de motor…
En función de la gravedad, el paso por el taller para arreglar algunas de estas averías puede implicar un gasto de miles de euros. En su momento, el RACE publicó un informe en el que cifraba la reparación del cigüeñal en 3.300 euros, la culata en 5.000 y la del bloque de motor en 5.300.
Más información
¿Qué es un sellador de fugas?
Teniendo en cuenta estas cifras, los selladores de fugas se erigen como fórmulas prácticas y asequibles, aunque no definitivas. ¿Qué es? Se trata de un líquido que recupera la elasticidad y la tensión tanto de las juntas como de los retenes del motor.
El paso del tiempo y de los kilómetros hace que estos componentes pierdan sus propiedades y se agrieten. Recuperando su buen estado con un sellador no sólo se pone freno a la fuga, también se minimiza el riesgo de volver a sufrir una en el futuro.
¿Sirve para todos los coches?
Este sellador de fugas de Liqui Moly es adecuado “para todos los aceites comerciales destinados a motores de gasolina y diésel con y sin filtro de partículas”. Ha sido probado con seguridad en modelos “con catalizador y turbocompresores”. Eso sí, señalan que “no es apto para motocicletas con embragues húmedos”.
El sellador de fugas de Liqui Moly está disponible en Amazon a un razonable precio: 16,99 euros. Una cifra que lo convierte en una compra inteligente porque, por menos de 20 euros, el conductor se ahorra una visita al taller y, de paso, lleva a cabo parte del mantenimiento de su vehículo.
¿Cómo se usa un sellador de fugas?
No hace falta tener grandes conocimientos de mecánica: se puede añadir en cualquier momento comprobando, siempre, que el nivel de aceite sea el correcto. Hay que tener en cuenta, al mismo tiempo, que después de echarlo se debe poner en marcha el coche hasta que se caliente el motor. Cuando el aceite comience a circular, el sellador entrará en acción: localizará la fuga y la tapará.
¿Cuánto es necesario y cuánto dura? Tal y como explica la marca, una lata de 300 mililitros es suficiente para un depósito de cinco litros de aceite. Añade, además, que el efecto estanqueizante estará vigente durante, aproximadamente, 600-800 kilómetros.
Por ello y para garantizar buenos resultados a largo plazo, aconsejan usar el sellador de forma preventiva cada 30.000 kilómetros, más o menos. A esto hay que sumar que es capaz de contrarrestar la dilución del aceite y de reducir tanto el ruido del motor como el consumo de aceite.
El Motor participa en programas de afiliación y recibe comisiones por las compras realizadas a través de enlaces. Los precios de los productos corresponden a la fecha de publicación del artículo.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram