Victor Sheppard no es un conductor cualquiera. Este estadounidense ha logrado lo que muy pocos pueden contar: recorrer más de 1.600.000 kilómetros con un Toyota Tundra, bueno, con dos. Y lo ha hecho dos veces. Su historia es un ejemplo de fidelidad a la marca y de la legendaria durabilidad de estos pick-ups.
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La Tundra es una camioneta de gran tamaño fabricada por Toyota en Estados Unidos desde 1999. Concebida para competir en el exigente mercado norteamericano de camionetas con caja, fue la primera de su categoría producida por un fabricante japonés en suelo estadounidense. A lo largo de sus tres generaciones, ha destacado por su robustez, fiabilidad y capacidad de carga, convirtiéndose en un referente entre los profesionales del transporte y los amantes del off-road.
Las versiones más emblemáticas han montado potentes motores V8, como el i-FORCE de 5.7 litros, aunque en los últimos años también se ha incorporado una mecánica híbrida más eficiente. A pesar de su éxito en mercados como el estadounidense o el canadiense, el Tundra nunca se ha comercializado oficialmente en España, lo que la convierte en un modelo prácticamente desconocido en nuestras carreteras, pero muy admirado entre los entusiastas del motor.
Más de tres millones de kilómetros
Volviendo a Victor Shepperd, ya en 2016, su primera Toyota Tundra de 2007 alcanzó el millón de millas (1,6 millones de kilómetros). La firma japonesa, impresionada, le regaló un nuevo modelo. Pero Sheppard no se detuvo. Su actual Tundra de 2014, que usa para trabajar, también ha superado recientemente esa cifra. Un hito que lo convierte en una leyenda del volante. Debido a su trabajo, Sheppard recorre más de 15.000 kilómetros al mes.
Mecánica casi intacta
Su primera Toyota superó el millón y medio de kilómetros con el motor y la transmisión originales. Solo necesitó mantenimiento rutinario. Esta segunda, aunque también ha demostrado una fiabilidad sobresaliente, requirió un cambio de transmisión a los 1.385.000 kilómetros. Aun así, ambos vehículos han resistido el paso del tiempo con una dignidad mecánica admirable.
Regalo y homenaje
Toyota ha vuelto a premiar a Sheppard con una nueva Tundra. Pero esta vez, además, ha decidido exponer su viejo ‘pick-up’ de 2007 en un museo, como símbolo de resistencia y fiabilidad. Ya que pocas historias venden mejor un coche que la de alguien que lo ha llevado al límite y ha vuelto para contarlo.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.