El cinturón de seguridad con tres puntos de anclaje, que hoy en día es obligatorio en todos los coches, fue inventado por el sueco Nils Bohlin hace más de 60 años. El ingeniero trabajaba para la marca Volvo que presentó su trascendental dispositivo de seguridad en 1959.
Desde entonces, este sistema de retención ha mostrado su gran eficacia en innumerables accidentes a lo largo de las décadas y, a partir de los años 70 todos los países fueron haciéndolo obligatorio de forma paulatina en todos los coches, primero en las plazas delanteras y más tarde también en las traseras.
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El cinturón es para los ocupantes del vehículo el equipo de protección más importante en la historia del automóvil y, según las estimaciones del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC), habría salvado en el mundo más de un millón de vidas durante los primeros 50 años después de su incorporación a los vehículos.
Eficacia mejorada
A lo largo del tiempo, la tecnología del cinturón ha evolucionado, con nuevos materiales más resistentes, cierres perfeccionados, mecanismos de regulación de la altura y, más recientemente, con sistemas de funcionamiento pirotécnico que actúan tensando el cinturón durante los impactos para sujetar mejor al ocupante en su asiento.
Y ahora, el fabricante de componentes alemán ZF acaba de dar otro paso en la mejora de los cinturones de seguridad con el ACR8, un sistema innovador que aumenta la eficacia del cinturón en las situaciones críticas que se desencadenan en un accidente.
Se trata de un destacable avance tecnológico que, apoyándose en los propios sensores que equipan los modernos automóviles, optimiza la sujeción de los ocupantes tras detectar algún potencial peligro en la carretera. En realidad, se trata de un pretensor similar a los actuales sistemas pirotécnicos, pero que interviene de forma más precisa y selectiva, dosificando mejor la tensión de este importante mecanismo de retención.
Cálculo de milisegundos
Y, en caso de accidente, el ACR8 también actúa en unión con el sistema de airbag y permite mejorar el funcionamiento combinado de ambos dispositivos con una precisión calculada en milisegundos.
Su mecanismo principal es un tensor mecánico que recibe todas las informaciones generadas por los sensores del vehículo y enrolla el cinturón con la fuerza requerida en cada ocasión mediante un pequeño motor eléctrico.
La precisión de funcionamiento del ACR8 asegura la posición del ocupante en su asiento y minimiza los efectos de las deceleraciones violentas, ya sean provocadas por una colisión como en las derivadas de otras incidencias de la circulación, por ejemplo, cuando actúa la frenada de emergencia automática.
El módulo del nuevo sistema desarrollado por ZF puede integrarse dentro de la propia estructura del asiento, facilitando así su adaptación a cualquier modelo de automóvil. Además, su avanzada tecnología no solo permite tensar el cinturón con la fuerza necesaria en cada circunstancia, también puede incorporar otras funcionalidades como por ejemplo vibrar para alertar al conductor de que su atención en la conducción decae por el cansancio o de cualquier otro peligro detectado por los sistemas de seguridad del vehículo.
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Cuatro décadas informando sobre el mundo del motor y probando coches de todas las categorías. Después de trabajar en diversos medios especializados (Velocidad, Auto1, Solo Auto, Motor 16, Car and Driver, EcoMotor...), ahora en Prisa Media para seguir cubriendo la actualidad en plena revolución tecnológica del automóvil.