La leyenda en torno al Volkswagen Beetle: ¿tuvo un pasado judío?

Al conocido como coche del pueblo le rodean múltiples historias. Una de ellas versa sobre la fuente de inspiración de sus creadores.

josef ganz

Foto: josefganz.org

A mediados de los años treinta, el ingeniero Ferdinand Porsche recibió un encargo de Adolf Hitler: diseñar un coche económico con una serie de características concretas para motorizar a las clases obreras. Nacía, así, el conocido como coche del pueblo. ¿Su fuente de inspiración fue un vehículo de origen judío?

Bautizado como Volks-wagen (‘coche del pueblo’, en alemán), renombrado como Type 1 y conocido en España como Escarabajo, son muchas las leyendas que hay en torno a él. Una está protagonizada por un ingeniero judío llamado Josef Ganz: dicen que una de sus creaciones fue la fuente de inspiración para dar forma al coche del pueblo alemán.

Josef Ganz era ingeniero y editor jefe de ‘Klein Motor Sport’, que luego sería ‘Motor-Kritik’, una revista alemana de motor. Tenía una visión crítica de la industria automotriz alemana porque consideraba que, en aquel momento, sólo fabricaban coches caros únicamente accesibles para los más ricos.

Idolatraba a Henry Ford y su Modelo T, el vehículo que había hecho libres a los estadounidenses. Con este punto de partida, se propuso crear su propio coche: un modelo que sería, ante todo, popular. A nivel técnico, contaría con una carrocería aerodinámica, suspensiones independientes y un motor central. Se llamaba Ganz-Klein-Wagen.

Los intentos de Josef Ganz

Las ideas de Josef Ganz comenzaron a coger peso. Tanto es así que Ardie Motorcycles le dio la posibilidad de hacer realidad su coche popular: no tenía techo, pero sí forma de escarabajo. Aquel prototipo no llegó a producción. Adler, un fabricante de Fráncfort, le dio una nueva oportunidad y en 1931 presentó el Maikäfer, que fue, nuevamente, bloqueado.

Eso sí, Josef Ganz se lo llevó consigo y se lo mostró a un grupo de profesionales, entre los que estaban ingenieros de Daimler-Benz, Bayerische Motoren Werke y Ferdinand Porsche. No en vano, trabajó con Mercedes y Standard para producir varios vehículos basados, en parte, en sus ideas: los Mercedes-Benz 170 y 120H, el Standard Superior… Otros, como el Zündapp Type 12 diseñado por Ferdinand Porsche, se inspiraron en los prototipos de este ingeniero alemán.

La llegada de Hitler al poder

Cuando Hitler asistió a la IAMA de 1933, el Salón Internacional del Automóvil de Berlín, vio en persona el trabajo de Josef Ganz y emitió una nueva norma con la que las marcas que fabricaban motos quedaban autorizadas para hacer coches pequeños. Aunque el sueño de crear, por fin, un coche del pueblo parecía que estaba cerca, la Gestapo se cruzó en el camino del protagonista de esta historia: fue detenido en 1933.

En aquel momento, se dijo que sus rivales conspiraron contra él: apuntan que uno de ellos, incluso, usó su posición en las SS para ello. En el mes y medio que Josef Ganz pasó en prisión, Hitler dio forma a un consorcio automovilístico dirigido por Ferdinand Porsche y borró cualquier rastro del ingeniero: aseguran que prohibieron hacer referencias a él.

Rumbo a Australia

Cuando abandonó la cárcel, Josef Ganz se fue a Suiza, donde permaneció durante la II Guerra Mundial mientras la Gestapo seguía de cerca sus pasos. Durante la contienda, regresaría a Alemania para recuperar numerosos bocetos y otros documentos. Después de ella, se reunió con Porsche en Ginebra, donde hablaron sobre su último trabajo de ingeniería y cuentan que se despidieron en buenos términos.

En la neutral Suiza siguió trabajando en la idea de crear un coche para el pueblo, pero la persecución no cesaba: fue acusado de ser un agente secreto comunista y de violar patentes, por ejemplo. Finalmente, hizo las maletas y puso rumbo a Australia, donde trabajó en una fábrica de caucho y, más tarde, para Holden.

Cuentan que Volkswagen le ofreció una pensión por su trabajo en el Type 1. Josef Ganz terminó sus días en Australia sin poder reivindicar su contribución a la creación del Volkswagen Beetle, el que, finalmente, sí se convirtió en el coche del pueblo.

Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram

Elena Sanz Bartolomé

Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.

Salir de la versión móvil