La multa que la DGT puede poner a cuenta de los Reyes Magos

A la hora de llevar los regalos en el coche, hay que tener en cuenta la manera correcta de hacerlo para evitar peligros y sanciones.

regalos coche

Foto: Getty Images

Como cada 5 de enero, los Reyes Magos tienen una cita con la mayoría de los españoles: aprovecharán esta noche mágica para dejar sus regalos bajo el árbol, junto a la chimenea… Un día después tocará disfrutar de ellos y, en muchos casos, llevarlos en el coche. Algo a lo que hay que prestar atención, puesto que la DGT puede poner una multa a cuenta de Sus Majestades.

Cuando no queda espacio en el maletero, se suele recurrir a los asientos traseros para transportar el equipaje y otros objetos. Especialmente en estas fechas, pero también en el día a día, se suelen dejar los enseres cotidianos: los regalos, la mochila, el ordenador o bolsas de la compra.

Hay que tener en cuenta que, con este gesto, se está poniendo en peligro a las personas que viajan a bordo. Cualquier objeto suelto se convierte en un proyectil que capaz de causar daños muy graves a la integridad de los ocupantes.

La legislación al respecto es clara. El artículo 14 del Reglamento General de Circulación así lo refleja: “La carga transportada en un vehículo, así como los accesorios que se utilicen para su acondicionamiento o protección, deben estar dispuestos y, si fuera necesario, sujetos de tal forma que no puedan: arrastrar, caer total o parcialmente o desplazarse de manera peligrosa”.

Una multa de hasta 200 euros

El incumplimiento de esta norma acarrea una multa de hasta 200 euros. Y es que los agentes están controlando este tipo de comportamiento, debido al peligro que lleva asociado.

Según reflejan los datos de la DGT, en un frenazo y por efecto de la inercia, cualquier objeto que viaje suelto en la parte trasera del vehículo (regalos incluidos) multiplica su peso por 40 cuando se circula a 50 km/h. Es el denominado efecto elefante.

Un ordenador portátil, volando hacia los pasajeros, se convierte en una piedra de 85 kilos de peso. La mochila del gimnasio, en un atún de 160 kilos, y el teléfono móvil en un gato de 4 kilos. Cualquier objeto viajando a esa velocidad puede producir graves heridas.

Y una persona que no va correctamente sujeta, por ejemplo los niños pequeños en su silla infantil, pueden sufrir daños irreparables y también causarlos a los ocupantes delanteros.

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