Los vehículos tienen secretos que, a veces, están ante los ojos del conductor sin que se dé cuenta de ello. Puede ser una tapa, una anilla… o la ranura que hay en las puertas traseras y que, normalmente, pasa desapercibida. Hay un motivo por el que está ahí.
Las puertas de un coche puede ser una valiosa fuente de información para, por ejemplo, saber la presión correcta de los neumáticos: un dato que suele figurar en las puertas delanteras. En las traseras, hay una ranura que esconde el mecanismo de seguridad para bloquearlas.
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Uno de los mayores riesgos en un viaje con niños es que abran las puertas del vehículo sin ser conscientes del peligro que implica. Existe una forma de evitarlo que, sin embargo, muchos conductores desconocen porque es una de esas funciones ocultas de los coches.
Para encontrarla hay que buscar un símbolo en el canto de la puerta trasera: puede ser el dibujo de un candado, el de un niño o la combinación de ambos. Aparecerá junto a un hueco o ranura que permite ajustar el bloqueo de seguridad.

Bloquear las puertas traseras
En algunos modelos es una palanca que se debe mover hacia arriba o hacia abajo para bloquear o desbloquearlas.
En otros será una cerradura y para manipularla, será necesario tener a mano la llave del coche o una herramienta plana como un destornillador. Bastará con insertar cualquiera de las dos y girarla un cuarto de vuelta hasta escuchar un ‘click’.
Al anular la apertura de las puertas traseras desde el interior, los niños no podrán manipularlas accidentalmente: eso sí, desde fuera siempre será posible abrirlas. Y para desactivar este bloqueo, únicamente habrá que mover la llave en la otra dirección.
¿Es igual que el bloqueo interior de puertas?
Sería lógico pensar que este bloqueo de las puertas traseras es igual que el sistema con el que se pueden cerrar y abrir todas las puertas del coche a la vez, así como el portón del maletero.
No es lo mismo, pero es parecido. La principal diferencia es que, con este sistema, las puertas se pueden abrir desde el interior. Y esto es, precisamente, lo que los padres y madres quieren evitar que hagan sus hijos e hijas.
El bloqueo y desbloqueo interior se puede hacer de forma manual, desde el habitáculo (pulsando los botones en los que aparece un candado abierto y cerrado) o de manera inalámbrica. En algunos modelos, esta función es automática y se activa cuando se inicia el trayecto y el coche alcanza una determinada velocidad.
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