Reparar llantas: ¿cuándo es necesario y cuánto cuesta?

Las llantas son una pieza clave del coche y no solo por estética, sino para la seguridad al volante. Se encuentran en el área de influencia del triángulo de seguridad del vehículo, compuesto por los amortiguadores, los frenos y los neumáticos. Su función pasa por refrigerar el sistema de frenos, ya que permiten que el aire se canalice para ayudar a disipar el calor generado por el disco y las pastillas.

Debido a su ubicación, es uno de los elementos más expuesto a los golpes y arañazos, además de a las inclemencias del tiempo y la suciedad. Según los especialistas de los talleres, la gran mayoría de los desperfectos de las llantas se deben a los roces con los bordillos de las aceras mientras se realizan las maniobras de aparcamiento.

¿Cuál es el tiempo de vida de una llanta?

Como en otras piezas de sustitución del vehículo, la vida de la llanta tiene que ver con muchos factores y no se puede generalizar. No existe una cantidad máxima de kilómetros recorridos para su reemplazo, ni un periodo de tiempo: depende del tipo de vehículo, el uso al que está expuesto habitualmente o a la carretera por la que circula con asiduidad.

Pero hay señales que nos anuncian que se debe cambiar la llanta, sobre todo si presenta un golpe fuerte en su estructura o está doblada. Además, los cambios bruscos de temperatura o el ferodo acumulado también pueden deteriorarlas. Aun así, es recomendable una inspección exhaustiva en un taller especializado a partir de los 13 años desde su fabricación para poder seguir alargando su vida útil.

¿Cuándo no se puede reparar una llanta?

En general, las llantas pueden ser reparadas en el 90% de los casos, cuando solo se han producido arañazos y pequeños golpes. En cambio, si la estructura se ha visto comprometida o presenta fisuras, alabeo (combadura), falta de material y daños profundos, se hace recomendable adquirir una nueva.

¿Cuánto cuesta reparar una llanta de coche?

No existe un precio cerrado para la reparación de una llanta, ya que depende del taller y sobre todo del tipo de daño que tenga. Lo que sí es muy importante advertir es que, salvo pequeños roces y golpes, no es buena idea realizar la reparación en casa.

Cuando se puede poner en riesgo la seguridad del vehículo, es mejor dejarlo en manos de profesionales. El proceso de reparación de una llanta puede variar en función del daño, pero en líneas generales se compone de desmontaje, limpieza, rellenado de material, torneado, chorreo, pulido, pintura y horneado.

Los precios varían en relación con los daños de la llanta. El arreglo de los roces con los bordillos, que son las reparaciones más habituales, cuesta aproximadamente unos 75 euros. Si hay que rectificar la llanta y pulir el aluminio, el montante se puede ir más allá de los 150 euros.

¿Cómo extender la vida útil de las llantas?

No existen recetas mágicas para lograr alargar la duración de las llantas, pero ayuda mucho el sentido común. Algunas de las medidas son estas:

• Llevar la presión correcta en los neumáticos. Tanto el exceso como el defecto de aire acaban dañando la llanta.
• Mantener un equilibrado apropiado de los neumáticos.
• Realizar un mantenimiento preciso de la llanta. La limpieza y el cuidado de manera regular alargará su duración.