La historia comienza hace una semana, de madrugada, en la zona este de la ciudad de São Paulo (Brasil). Los bomberos reciben a las 03:00 horas diversos avisos de ciudadanos, entre los que se encontraba apagar las llamas en una residencia. Además, también son advertidos de que un globo aerostático impactó en el patio de recreo de una guardería. Gracias a la hora en que ha sucedido el incidente, no había niños en el centro.
En ese patio terminó la aventura del globo aerostático, aunque su periplo comenzó bastante antes. Siete barrios de la ciudad brasileña se quedaron sin suministro eléctrico por culpa de las andanzas nocturnas del dirigible. Nadie supo de dónde había salido, aunque el rastro de destrucción que dejó a su paso fue patente en gran parte de la zona este de la ciudad. En algunos lugares parecía más la estampa de una zona de guerra que la tranquilidad residencial habitual.
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Globos aerostáticos
Los globos aerostáticos no son herramientas modernas. Según diferentes escritos, ya se utilizaban en la antigüedad. Por ejemplo, en el siglo III a. C., en China, eran empleados con fines militares. También los antiguos griegos utilizaban globos aerostáticos para viajar y en ceremonias y rituales religiosos. Los globos aerostáticos actuales constan de una gran cesta abierta (o góndola) suspendida debajo de un globo grande lleno de aire caliente. Este aire eleva el globo y la cesta se utiliza para transportar pasajeros o carga.
El tipo más común es un globo redondo, que se usa normalmente para paseos tranquilos y como plataforma turística. Otro tipo popular de globo aerostático es el globo con forma de lágrima, diseñado para viajes de larga distancia y que puede alcanzar grandes altitudes. Sin importar la forma o el tamaño, todos los globos aerostáticos se basan en el mismo principio básico: el aire caliente se eleva para hacerlos flotar.
Devastación y fuego
Las autoridades siguen buscando a los culpables de dejar suelto un globo aerostático. En Brasil, está tipificado como delito contra el medioambiente dejar estos aparatos de navegación aérea sin supervisión ni control. Antes de estrellarse contra el patio de la guardería, el globo dejó un reguero de fuego y devastación a su paso. Primeramente, el descontrolado globo arrastró y volcó un automóvil.
Más tarde, se encargó de la protagonista de este artículo. Levantó la motocicleta, izándola hasta el cableado eléctrico. En su periplo, el globo también chocó contra los propios cables y transformadores de los postes eléctricos, generando incendios a su paso. Según los bomberos, no hubo que lamentar heridos entre los afectados por el globo sin control.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.