¿Cuándo debe pasar una moto la primera inspección técnica?

La inspección periódica es el principal instrumento para garantizar que los vehículos se encuentran en buenas condiciones para circular.

Motos

Foto: AECA-ITV

En 2011, la Comisión Europea se propuso reducir a la mitad el número de víctimas mortales en las carreteras de la Unión. Para alcanzar esa meta, la Comisión estableció siete objetivos estratégicos y determinó qué acciones tomar para lograr vehículos más seguros, reducir el número de heridos y mejorar la seguridad de los usuarios más vulnerables de la carretera, en particular, la de los motociclistas.

En este sentido, la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) forma parte de un régimen diseñado para garantizar que los vehículos estén en buenas condiciones desde el punto de vista de la seguridad y el medioambiente durante su vida útil. Además, gracias a la ITV se establecía un procedimiento para la matriculación de vehículos que permita la suspensión del permiso de circulación cuando este represente un riesgo inmediato para la seguridad vial.

Al superar con éxito la ITV se garantiza que un vehículo se encuentra en buenas condiciones para circular. Para ello, conocer cuándo es el momento de pasar esta inspección es fundamental, especialmente ante un parque envejecido como el español, con una media de 14 años de antigüedad, una de las más elevadas de Europa.

Pasar la primera ITV de la moto

España fue uno de los precursores dentro de la UE en implantar la ITV tanto para las motocicletas como para los ciclomotores. Así, las motos comenzaron las inspecciones en 1987. Por su parte, los ciclomotores empezaron a pasar la inspección técnica en 2007.

Las motocicletas, al igual que los turismos, tienen la obligación de pasar la primera inspección técnica a los cuatro años de su primera matriculación. No así los ciclomotores que tienen que cumplir este trámite al tercer año de su primera matriculación.

Cada cuántos años se debe pasar la ITV

La periodicidad del sistema de inspección técnica es muy diferente para los distintos tipos de vehículos que pueblan las carreteras. Así, por ejemplo, en los turismos es cada dos años, para los modelos que tengan entre cuatro y diez años, y a partir de ahí, anualmente. 

Los vehículos ligeros destinados a carga de mercancías (con menos de 3.500 kilogramos) cuando cuentan entre los dos y los seis años, se pasa de manera bienal; entre los seis y diez años, de forma anual, y si tienen más de diez años, cada seis meses.

Por su parte, los vehículos pesados (camiones y remolques con más de 3.500 kilogramos) deberán pasar la ITV de manera anual, si cuentan con menos de diez años, y cada seis meses si los superan.

Por último, el vehículo que nos ocupa, las motocicletas, deben pasar la ITV cada dos años, una vez superado los cuatro años de la primera inspección. Esta periodicidad se mantiene fija durante toda la vida útil del vehículo. En los ciclomotores también se preserva esta periodicidad bienal, a partir de la primera inspección a los tres años.

¿Cuánto cuesta la ITV de una moto?

La cilindrada es otra variable en el precio de la ITV de las motos. Por ejemplo, la de más de 125 centímetros cúbicos serán algo más caras, mientras que el precio de la ITV del ciclomotor será similar al de las motos que no llegan a 125 centímetros cúbicos.

Así, la tarifa media de ITV para moto es de unos 18 euros, aunque las diferencias variarán nuevamente en función de la comunidad autónoma en la que se decida pasar la inspección. Tanto la Comunidad de Madrid como la Región de Murcia, los precios de la ITV no están regulados por la comunidad autónoma, son las estaciones las que fijan los precios.

La más barata es Baleares, concretamente en Mallorca, que ofrece un precio en 2023 de 10,21 euros. Por su parte, las más caras son Extremadura y País Vasco, con 21,44 euros. En Madrid el precio supera los 40 euros y en Murcia alcanzan los 25 euros.

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Rubén Pérez

Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.

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