Los pick-up nunca han tenido mucha tradición en el mercado europeo, pero poco a poco se han ido abriendo paso. Primero como vehículos de trabajo, posteriormente como automóvil particular para aquellos que buscan un aspecto rudo que se salga de lo común. El Ford Ranger ha sido uno de los últimos modelos en llegar al Viejo Continente, pero su desembarco resultó todo un acierto y ahora busca consolidar su posición como pick-up más venido en Europa (41.000 unidades entre enero y agosto) con tres nuevas series especiales.
Con el nombre de Raptor SE, Stormtrak y Wolftrak el todoterreno ofrece tres caras con caracteres ligeramente diferenciados que mantienen el concepto del modelo intacto: una capacidad off-road intachable.
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Ranger Wolftrak, de acceso pero con estilo
Como punto de acceso a estas series especiales está el Ranger Wolftrak, basado en el XLT y al que añade un sobreprecio de 1.545 euros, estando disponible desde 35.900 euros.
Es, en pocas palabras, la versión de batalla del modelo, pensada para quienes vayan a hacer un uso más profesional de él, pero, aún así, quieran una estética distintiva. De ello se encargan las llantas de 17 pulgadas, los dos tonos de gris disponibles para la carrocería y la barra deportiva para la caja de carga.
Monta un motor diésel EcoBlue 2.0 de 170 CV y 240 Nm, asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades (en otros mercados también podrá ser automático) y a un sistema de tracción integral con diferencial trasero de bloqueo electrónico
Rnger Stormtrak, un plus de deportividad
El Ranger Stormtrak toma la base del Wildtrak y cuesta 46.900 euros (2.345 euros más), posicionándose así como la variante intermedia de la gama con un claro enfoque deportivo. Disponible en Blanco Frozen o Azul Lightning, es el Rojo Rapid el tono exterior más llamativo, también presente las molduras de la parrilla y las costuras interiores, sobre la tapicería de cuero.
Uno de sus elementos más destacados es la persiana eléctrica de activación remota para la caja de carga, que permite utilizarla como un maletero más convencional, a lo que se suma además un divisor de carga para organizar los bultos como más convenga.
Monta el motor más potente de la gama, el EcoBlue 2.0 pero llevado hasta los 213 CV y 500 Nm de par, que se combina con una caja de cambios automática de 10 relaciones y un sistema de tracción integral.
Ranger Raptor SE, la bestia es todavía mejor
El Ranger Raptor es el tope de gama del pick-up, que combina todas las bondades del modelo base y añade una imagen más deportiva, ejes ensanchados o una suspensión específica, entre otras bondades. Eso hace que, aun siendo el más caro, suponga el 40% de las ventas del coche en España.
La versión Raptor Special Edition (desde 59.600 euros) hace que destaque todavía más gracias a los detalles rojos exteriores y a los vinilos negros que recorren los laterales, el capó y el portón. En el interior, la tapicería es de cuero, repiten las costuras de contraste rojas y el cuadro de instrumentos luce un acabado exclusivo en gris.
Emplea el mismo motor y caja de cambios que el Stormtrak, pero añade una suspensión a medida, el chasis desarrollado por Ford Performance y el Sistema de Gestión del Terreno 3.
Al volante
El Ranger, sin importar la versión que sea (aunque es más acusado en el Raptor),ofrece una primera impresión de que se trata de un vehículo enorme e imponente. Una vez en su interior, la sensación es la misma y, rodando por la carretera, sencillamente hace que los demás coches parezcan de juguete.
Es uno de esos automóviles cuya presencia se hace notar, que atrae las miradas de quien se lo cruza (de nuevo el Raptor todavía más), pero que da el do de pecho precisamente cuando está más alejado de los ojos curiosos: fuera del asfalto, en caminos o directamente en medio del bosque.
Precisamente por eso, y para destacar el hecho de que “ya no se hacen coches así”, Ford preparó una jornada de pruebas todoterreno en las que evaluar las capacidades del Ranger. De hecho, se llevaron a cabo maniobras y se circuló por rutas bastante más complicadas que a las que nunca tendrá que enfrentarse un usuario medio, así que el comprador puede estar tranquilo sabiendo que podrá con lo que le echen.
Caminos, barro, pendientes…
Son parte del amplio catálogo de escenarios que el Ranger consigue superar sin mucho esfuerzo, un menú variado que se pudo comprobar en secciones muy diferenciadas.
Con el Wolftrak, en una explanada de tierra y arena, el objetivo fue probar la agilidad del pick-up pese a su tamaño (casi 5,3 metros de largo) en pruebas de eslalon, círculos y un circuito revirado. Rodando tanto con la tracción integral y las ayudas activadas como en modo de tracción trasera sin asistencias, el Ranger demostró ser capaz de poder llevar a cabo una conducción divertida.
A bordo del Stormtrak se completó una ruta por un bosque, un trazado mucho más técnico en el que sortear pasos estrechos, pendientes de elevación considerable y bajadas pronunciadas. Para ello hubo que echar mano de la artillería, seleccionando el modo de tracción 4L (relación baja) para superar con paso firme situaciones en las que pocos modelos actuales se podrían desenvolver.
Por último, con el Raptor SE el protagonista fue el barro, en una ruta que añadía este elemento a las complicaciones vistas en la prueba anterior. A pesar de tratarse de un terreno más complicado por la pérdida de adherencia, el pick-up no mostró dificultades para subir cuestas con inclinación lateral, retener el vehículo en bajadas de casi 45 grados o trabajar en cruces de puentes en los que una e incluso dos ruedas se quedaban el aire de manera simultánea.
Ford Explorer, un inesperado invitado
Aunque la presentación se centró en las ediciones especiales del Ford Ranger, la marca del óvalo también puso tenía disponibles algunas unidades del Ford Explorer.
El SUV, de los modelos más grandes del fabricante, pero con un enfoque más urbano y refinado, sorprendió gratamente en las zonas de pista y caminos. Gracias a la combinación de la tracción integral, el modo de conducción Resbaladizo y la función de control de descensos, aguantó el tipo en terrenos escarpado y tanto subiendo como bajando pendientes con bastante desnivel.
Todo esto, haciendo gala además una finura considerable en los tramos por carretera, en los que es bastante preciso para un vehículo de su tamaño y peso, y donde la pegada de su sistema de propulsión híbrido enchufable de 457 CV y 825 Nm se hace notar.
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