Peugeot 508, una berlina que rompe moldes desde 30.250 euros

Ante la imparable ofensiva lanzada por los SUV, las berlinas buscan otras fórmulas para seducir. El 508 de segunda generación opta por romper radicalmente con lo establecido hasta ahora y propone una carrocería aerodinámica (Cx=0,26), de corte deportivo al estilo cupé y con un portón posterior. Es evidente que el nuevo modelo, que llegará a los concesionarios en septiembre, da un giro a sus anteriores planteamientos y pone en su punto de mira berlinas sofisticadas y dinámicas, en concreto como el Audi A5 Sportback.

Concebido para llamar la atención, sus proporciones resaltan al ser un coche bajo, ancho y que no se parece a sus rivales tradicionales. Respecto a su antecesor, mide 8 centímetros menos de largo (4,75 metros), pierde 5 de alto y ha ganado 3 a lo ancho. Por dentro, mantiene la misma espectacularidad, con un acabado muy cuidado, un llamativo teclado central que permite acceso directo a las funciones principales y una nueva evolución del i-cockpit, exclusivo de Peugeot caracterizado por un pequeño volante deportivo y un cuadro de instrumentación digital.

En el interior las plazas delanteras se caracterizan por ser envolventes, al estilo de los coches más deportivos. Detrás, la caída cupé del techo limita un tanto la altura para los más altos y los montantes posteriores, muy tendidos, reducen el espacio habitable de los pasajeros. El maletero, con 485 litros de capacidad (1.530 con asientos abatidos), ofrece una excelente accesibilidad gracias al portón y un espacio suficiente para viajar con equipaje.

Más dinámico que puro deportivo

Los planteamientos estéticos hacen esperar un comportamiento dinámico igualmente deportivo. A lo largo de los kilómetros el 508 convence por su sensibilidad y precisión sobre la carretera. Resulta seguro y muy agradable de conducir sobre cualquier tipo de carretera, adaptándose mediante tres modos de conducción diferentes, de más cómoda a deportiva. La dirección transmite muy bien la información y la sensación de agilidad hace que parezca un coche más pequeño y ligero de lo que es en realidad (desde 1.750 kg). Sin embargo, el resultado general es más el esperado de una berlina dinámica y con una elevada percepción de control y seguridad que el de un modelo puramente deportivo que aporte muchas sensaciones sobre la carretera.

Los motores disponibles son dos de gasolina, 1.6 PureTech con 180 ó 225 CV, y tres diésel, 1.5 BlueHDi de 130 CV y 2.0 BlueHDi con 160 o  180 CV. Tras probar el diésel de 180 CV y el gasolina de 225, el primero sorprende por su respuesta y empuje, pero resulta ruidoso en las aceleraciones más fuertes. El segundo y más potente de la gama, gusta por su suavidad y progresividad, pero le falta algo carácter a medio régimen para ser realmente deportivo.

Todas las versiones recurren a un cambio automático de ocho velocidades con levas en el volante, excepto  el diésel menos potente que también puede equipar un manual de seis velocidades. El automático se muestra preciso y rápido, pero en las reducciones es más lento, restando algo de eficacia en conducción deportiva.

También habrá un híbrido enchufable

En 2019 llegará también una versión electrificada, de motor híbrido enchufable con una potencia combinada de 225 CV  y que será capaz de rodar en modo exclusivamente eléctrico una distancia de hasta 50 kilómetros. Y también llegará la carrocería familiar, con un maletero más grande, de 530 litros, y la misma oferta de motores que la berlina.

El nuevo 508 ya admite pedidos y se ofrece en cinco diferentes acabados: Active, Active Business, Allure, GT Line y, el más completo y deportivo, GT.

Asientos ergonómicos con masaje, cargador por inducción para móviles, amortiguación de ajuste electrónico, aparcamiento automático, iluminación Led, sistema de visión nocturna o la conducción semiautónoma son algunos de los equipos avanzados que puede llevar el nuevo 508.

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