Antes de contestar a esa pregunta, hay muchas cosas que ver con este nuevo SUV chino 100% eléctrico y que quiere ponérselo difícil a otros todocaminos de lujo del Segmento D.
El Voyah Free posee un montón de argumentos positivos, entre los que destaca la calidad de materiales y una potencia que, a veces, resulta abrumadora, sobre todo para un vehículo de este tamaño.
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Grande, muy grande
Este SUV 100% eléctrico mide casi cinco metros de longitud, más concretamente 4,91. De ancho tiene 1,95 metros y 1,65 de alto. Vamos, un SUV de los ‘grandes’.
Dispone de una distancia entre ejes de casi tres metros, lo que permite disfrutar de unas plazas interiores bastante amplias. Más que suficiente para los cinco ocupantes. También en el maletero, bueno, en ‘los maleteros’, ya que dispone de uno trasero de 560 litros (ampliable a 1.320) y otro delantero de 72.
Estas medidas, más la batería, hacen que también sea un peso pesado: 2.340 kilos.
Interior de ciencia ficción
Nada más entrar llaman la atención las tres pantallas digitales de 12,3 pulgadas que cubren prácticamente todo el ancho del coche. Pero los pasajeros se quedarán ojipláticos al ver como todo el salpicadero puede ascender o descender a discreción unos cuantos centímetros, escondiendo parte de las pantallas y acomodando su tamaño al nuevo espacio. De ciencia ficción.
También baja si se elige el modo ‘Performance’ de los seis disponibles: Eco, Comfort, Performance, Snow, Individual y Outing, un modo de conducción off-road en el que la respuesta del acelerador se suaviza y la suspensión neumática se eleva casi 10 centímetros y pasa de tener una distancia libre al suelo de 12 a 21 centímetros.
Siguiendo con ese interior, mucho lujo y confort, con algún punto negativo en ajustes de piezas; pero sobresaliente en todo caso, sobre todo por la calidad de los materiales utilizados.
El futurista diseño también alcanza la consola central, con la palanca del cambio automático dispuesto en una especie de puente que cuenta con un gran espacio debajo accesible desde el conductor y el copiloto.
Mecánica potente, muy potente
El Voyah Free consta de dos motores, uno dispuesto en cada eje. El del trasero con 200 kW (272 CV) con 410 Nm de par, lo que significa más potencia y par que el delantero, que cuenta con 160 kW (218 CV) y 310 Nm de par motor. En total, 490 CV de pura contundencia sin miramientos.
Bueno, pues a pesar del peso comentado de casi dos toneladas y media, en modo Performance, pegarle un buen pisotón desde parado o a poca velocidad es quedarse pegado al asiento viendo como el morro ‘levita’ ligeramente y, claro, con una pérdida de tracción incluida (de forma ligera, eso sí) en el tren delantero.
Sus cifras de aceleración confirman esta sensación de ‘despegue’ y esta brutal contundencia. Porque pasa de 0 a 100 km/h en solo 4,4 segundos. Lo de la velocidad máxima de 200 km/h ya es lo de menos.
Eso sí, traslada muchas inercias. Se notan en virajes, en los que aguanta bastante bien el tipo si son de amplio radio, pero que se le atragantan si se acorta. No es un SUV ratonero, no hay duda. Es un SUV confortable, con el que se puede viajar de forma muy cómoda, por su amplio espacio a bordo y por la comodidad que otorgan sus suspensiones.
También es cierto que la dirección no es todo lo comunicativa que se estila en Europa o en otros coches con parámetros europeos (sean de aquí o no) pero no requiere excesivas correcciones, lo cual se agradece en largos viajes. Se remata un chasis muy digno con unos frenos que aguantan muy bien cualquier tipo de petición, de forma progresiva y suave.
Consumo, no es lo mejor
La batería es de 107 kWh de capacidad y se recarga a 11 kW en corriente alterna y 100 kW en continua, que es una cifra algo baja, y que le permite pasar del 20 al 80% en 45 minutos.
Con un consumo homologado de 20,2 kWh/100 km, esta cifra sí debería valer para cubrir esos 500 kilómetros. Pero la realidad es bien diferente. Y no ya circulando en el modo ‘Performance’, en el que literalmente se come la batería antes de que uno se dé cuenta. Es que en el modo Eco, no se ha logrado bajar de 24 kWh/100 km. Algo que se queda bastante alejado de lo mejor de la categoría.
Pero aun así, al 100% de carga la autonomía que mostraba esta unidad era de poco más de 300 kilómetros, que luego fue aumentando ligeramente. El caso es que, antes de tener que enchufarlo, se pudieron recorrer unos 280-300 kilómetros con una conducción normal en el que se ha mezclado ciudad y carretera al 40/60% respectivamente, algo bastante decepcionante con un coche de la categoría de este Voyah Free. Lo peor es que esta autonomía utópica lo es en el 90% de coches eléctricos. Si se toma esto en cuenta, bueno, no es ni mejor ni peor que la media de los coches movidos con esta energía.
Buena relación precio-equipamiento
La garantía de este Voyah es de cinco años o 100.000 kilómetros y de ocho años o 160.000 para la batería. Y su precio no es bajo, pero con este motor y el equipamiento que ofrece, tampoco parece descabellado, ya que se sitúa en algo más de 75.000 euros.
Eso sí, incluye un equipamiento bastante completo. Se echan de menos elementos como el Head-up display; pero a cambio cuenta con asientos tapizados en cuero vegano, los delanteros calefactables, ventilables y con masaje.
También es espectacular el techo de cristal que puede ser transparente o traslúcido (10 niveles), al estilo del Solarbay de Renault. Cuenta con una cámara para vigilar los asientos traseros, muy útil sobre todo si hay niños en ellos. Y a los sistemas de ayuda a la conducción habituales se le suma un sistema de visión nocturna. La tercera pantalla, para el copiloto, y en otras marcas opcional, aquí es de serie.
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