En la década de los 60, Bruce McLaren decidió fabricar versiones de calle de sus exitosos modelos del Grupo 7 de competición, que recibieron el nombre de Elva. Ahora, la marca británica retoma esta nomenclatura para denominar al que se presenta como su descapotable de calle más radical de la historia.
Su diseño es fácilmente reconocible como un vehículo de McLaren, pero lo que más destaca es la ausencia tanto de techo como de parabrisas. Esto implicaría que, para poder montar en él, fuera necesario usar casco o, al menos gafas. Sin embargo, la firma lo ha equipado con una novedad inédita en sus automóviles, el Active Air Management System (AAMS).
Más información
Este sistema reconduce el aire del frontal por la salida del capó, creando una suerte de cúpula que evita que los ocupantes del coche se sientan incomodados por el viento. Sin embargo, también ofrecerá de manera opcional un parabrisas fijo para aquellos compradores que así lo prefieran.
La carrocería cuenta con muchas partes fabricadas en fibra de carbono, material también presente en el chasis y los asientos, algo que, sumado a los frenos carbocerámicos, consigue rebajar el peso hasta convertir al Elva en el coche más ligero de la historia de McLaren.
Esta ligereza se une a un motor 4.0 V8 biturbo de 815 CV y 800 Nm, combinado con una transmisión automática de doble embrague y siete marchas, para pasar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos y alcanzar los 200 km/h desde parado en 6,7, consiguiendo un mejor tiempo que el Senna.
Como ya viene siendo habitual (ocurrió también con el Senna y el Speedtail), sólo se fabricarán 399 unidades cuyas entregas comenzarán a finales de 2020. El precio unitario en Reino Unido es de 1,42 millones de libras antes de impuestos, lo que suponen unos 1,66 millones de euros según el cambio actual.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram