El Mustang Mach-E es uno de los lanzamientos más importantes de Ford en los últimos años, puesto que supone su salto a los modelos sin emisiones con un producto que se situará en la cima de su gama de vehículos. Y por ello la marca quiere dotarlo del equipamiento tecnológico más completo posible, entre el que destaca un asistente de conducción semiautónoma que permite incluso circular sin las manos en el volante.
Denominado Active Drive Assist, cuando se lance a finales de 2021 se podrá activar en carreteras predeterminadas de Estados Unidos y Canadá que se extienden por más de 160.000 kilómetros, y más adelante el sistema se ampliará a otras zonas.
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Este sistema del Mustang Mach-E combina varios asistentes que actúan de manera conjunta: el control de crucero adaptativo inteligente se encarga de leer las señales de tráfico, identificar al resto de vehículos y mantener las distancias de seguridad; la tecnología de mantenimiento de carril hace que el coche permanezca centrado en la vía y la cámara, situada en el interior y dirigida hacia la cara del conductor, detecta si este presta atención a lo que está sucediendo en la carretera.
Con este sistema, “el vehículo ayuda a aliviar el estrés al conducir, pero aún así te permite mantener totalmente en control. Y si el conductor pierde el enfoque en la carretera, [el Active Drive Assist] le avisa automáticamente y reducirá la velocidad del vehículo hasta que el conductor esté listo para centrase en ella de nuevo”, explica Hau Thai-Tang, director de Compras y Desarrollo de productos de Ford. Según asegura la marca, la cámara es capaz de seguir la posición de los ojos incluso si el conductor utiliza gafas de sol.
El sistema se ofrecerá como parte opcional del Ford Co-Pilot 360 Active 2.0, un paquete de ayudas al conductor que incluye otras tecnologías útiles como el asistente de frenado marcha atrás, la cámara trasera, la alerta de tráfico cruzado, las luces automáticas y el asistente precolisión.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.