Audi acaba de ofrecer la información completa del nuevo Audi A3, la cuarta entrega de su compacto superventas, que iba a entregarse en la presentación dinámica prevista en Granada, pero que se canceló por la crisis vírica. Y la documentación pone de relieve los notables avances técnicos que propone el nuevo modelo.
La mayoría no se aprecian a simple vista, aunque sus aportaciones mejoran áreas tan diversas como el consumo, la conectividad, la seguridad y hasta el rendimiento.
Diez veces más potencia informática
Una de las estrellas. El Audi A3 actual es ya un modelo capaz, pero según Audi, el nuevo lo es diez veces más. Y así, por ejemplo, la agenda del teléfono se descargará mucho más rápido, el navegador funcionará con mayor precisión y, en general, todas las operaciones relativas al centro multimedia se realizarán con mayor soltura.
Además, ahora soporta redes 5G, la pantalla es mayor (de entre 26 centímetros y 31,2 en diagonal, según versiones) y el control por voz responde a frases de cierta complejidad como “¿dónde está el restaurante italiano más cercano?”, y pone en marcha automáticamente los sistemas necesarios, como la localización, los mapas y la lista de restaurantes.
La mayor capacidad dará acceso además a las actualizaciones OTA, o por el aire en inglés, que permitirán actualizar el sistema operativo del coche online, sin tener que acudir al concesionario, al igual que se hace con el móvil en casa.
Aerodinámica impecable
Con un Cx o coeficiente de resistencia al aire de 0,28, el nuevo modelo mejora claramente al saliente, que tiene un valor más elevado, de 0,32, y por tanto peor. Cada centésima de avance ayuda a reducir el consumo en torno a 0,1 litros por cada 100 kilómetros al viajar por autopista a 120 km/h, por lo que el A3 2020 puede ahorrar 0,4 litros solo por la aerodinámica.
La clave está en sus bajos carenados, una solución ya aplicada en otros modelos, pero que en este se refuerza, porque cubre casi todo y apenas deja a la vista la línea de escape. También cuenta con una parrilla frontal activa, que permanece cerrada para ayudar a que el aire no frene el avance del coche y solo se abre cuando el motor precisa refrigeración.
Cambios antirrozamiento
Los motores 1.5 TFSI de 150 CV y 2.0 TDI de 116 CV del Audi A3 vienen de serie con un nuevo cambio manual de seis marchas que, según el fabricante, permite reducir las emisiones de CO2 hasta en 5 gramos cada 100 kilómetros en comparación con la caja actual, lo que equivale a unos 0,2 litros de carburante.
La mejora se sustenta en la mecanización ultraprecisa de las piezas, en revestimientos especiales antifricción y, también, en lubricantes de baja viscosidad, que contribuyen asimismo a que todos los piñones y engranajes se muevan demandando menor energía.
Comunicación ‘car-2-x’
El nuevo Audi A3, como se mencionaba, es compatible con las redes 5G, que, por su alta capacidad, permiten la transmisión de grandes volúmenes de datos en tiempo récord. Y serán la base de la comunicación entre coches y con el entorno para reforzar la seguridad de circulación, y también de los coches autónomos del futuro cercano.
Funciona con un radio de acción de unos 800 metros, y hace posible, por ejemplo, que los modelos de la misma marca que sean compatibles se alerten entre sí. Si un conductor pisa hielo en una curva, enviará el aviso a los que se aproximen al mismo punto, o si se produce una retención inesperada en la autopista y existe riesgo de accidente, alertarán también a los que se acerquen.
Pero las opciones disponibles dependen de cada país, y en España, al menos de momento, no se podrán ofrecer alternativas como la información de plazas de aparcamiento disponibles, ni la frecuencia de los semáforos (el tiempo que falta para que pasen de verde a rojo, o viceversa), dos informaciones prácticas que sí operan en Estados Unidos y Alemania, entre otros.
Cuando se complete el despliegue de las redes 5G, que se espera culmine a final de año en Europa, y se generalice entre las diferentes marcas y modelos, se abrirá la puerta a opciones casi de ciencia ficción como que un coche avise a otro que hay un peatón cruzando al doblar la esquina (y todavía no visible) o que frene porque un vehículo se ha saltado el semáforo y van a colisionar.
Motores aligerados, y con apoyo eléctrico
Los motores pesan menos y ayudan también a potenciar la eficiencia. El 1.0 TFSI de 110 CV, por ejemplo, detiene la báscula en apenas 88 kilos, y es uno de los tricilíndricos con turbo más ligeros del mercado. Y en los nuevos 2.0 TDI (116 y 150 CV), el cigüeñal es casi tres kilos más liviano que el actual (2,8), permitiendo que llegue, con menos consumo, la misma potencia a la rueda que el mismo motor con un cigüeñal más pesado.
La variante 1.5 TFSI microhíbrida, con un pequeño motor eléctrico de apoyo y red eléctrica adicional de 48 voltios, anuncia un ahorro adicional de hasta 0,4 litros “en condiciones normales de circulación”, como indica el comunicado de Audi. Es decir, que debería obtenerse sin hacer nada especial al volante.
Como en otros sistemas, la ayuda eléctrica (que alcanza en este caso picos de 13 CV y 50 Nm de par) es una potencia limpia, porque permite recuperar energía en las desaceleraciones y frenadas que se almacena en una batería y se utiliza después para ayudar a mover el coche, descargando así de trabajo al motor de combustión principal, y reduciendo por tanto el consumo. Tendrá la etiqueta ECO de la DGT.
Asimismo, se anuncian dos versiones híbridas enchufables o TFSIe. De momento no se ofrecen más datos, pero si son las mismas que ofrecerá el Golf (que debería, por las economías de escala del Grupo Volkswagen), tendrán 204 y 245 CV, y una autonomía eléctrica de al menos 50 kilómetros, por lo que les corresponderá la etiqueta Cero de la DGT.
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