Desde septiembre de 2017, con una moratoria hasta 2021 en España, entro en juego el ciclo WLTP, que no es más que un procedimiento armonizado para pruebas de vehículos, con el que se registran y homologan datos como el consumo o las emisiones nocivas.
Anteriormente a este protocolo y ya desde los años 80, estaba en vigor el ciclo de homologación denominado NEDC, pero se cambió al WLTP porque sus datos no se asemejaban a la realidad, ya que se hacían en un entorno ideal, bastante alejado de lo que podría ser un recorrido urbano o interurbano de los que hace cualquier conductor diariamente.
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¿Qué significan las siglas WLTP?
Por todo lo anterior, la Unión Europea decidió cambiar el protocolo de homologación y ahora es mucho más realista. Se hace con unas pruebas de laboratorio sobre un banco de rodillos muy diferentes a las que se hacían con el NEDC.
Así, el protocolo WLTP (siglas en inglés de procedimiento mundial armonizado para pruebas de vehículos ligeros) es por el que actualmente deben pasar los coches que salen de las fábricas.
¿Qué pruebas se realizan con el protocolo WLTP?
Es muy complejo conocer las cifras de consumo y emisiones de cada coche. Y es que entran en juego múltiples factores como la orografía, el tipo de conducción, el peso del vehículo, la velocidad, la temperatura…
Por eso, el ciclo WLTP realiza pruebas mucho más cercanas al uso que se le da a un vehículo en el día a día. Sin embargo, difícilmente va a ser exacto ya que las condiciones son muy diferentes en cada caso y cada coche.
- Su duración es de 30 minutos, 10 más que el NEDC.
- El ciclo combinado de WLTP se realiza en cuatro fases: baja velocidad, media velocidad, alta velocidad y muy alta velocidad. El 52% de las pruebas están destinadas a un recorrido urbano y el 48% restante a uno interurbano.
- El recorrido es de 23,25 kilómetros frente a los 11 del NEDC.
- La velocidad media de la prueba es de 46,5 km/h.
- La velocidad máxima que se alcanza en la prueba es de 131 km/h.
- La prueba se realiza a 23 ºC.
¿Y con los coches eléctricos?
Aunque un coche eléctrico no emite emisiones contaminantes mientras circula, sí que se utiliza el ciclo WLTP para homologar su autonomía, es decir, su consumo de energía.
Ahora, estos modelos homologan cifras menores de autonomía y, por tanto, los datos son un poco más realistas, aunque no perfectos.
Además, y a pesar de que estas pruebas, como ya se ha comentado, se realizan a 23 grados, una batería de coche eléctrico baja sus prestaciones de forma drástica cuando la temperatura es elevada o muy baja.
Otro elemento importante a valorar en este caso es que el consumo de un coche eléctrico es mucho más elevado en carretera, dado que la velocidad media de las pruebas es de solo 46,5 km/h. Por eso, la homologaciones de estos vehículos distan de los resultados reales de los kilómetros que se pueden recorrer con una sola carga.
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Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.