El proyecto de Apple para lanzar un coche eléctrico comenzó en 2014. Pero de ahí hasta la actualidad, el camino no está siendo ni rápido ni fácil. Y es que, entre otras cosas, los planes se cancelaron a finales de 2016.
Sin embargo, la compañía acaba de anunciar un nuevo responsable al frente, que es el quinto en siete años, y que tiene como objetivo retomar el lanzamiento del coche para 2025.
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Doug Field, hasta ahora el jefe de desarrollo, cambia de aires y se va a Ford. Y para reemplazarle llega Kevin Lynch, que estaba involucrado en el Apple Watch, el reloj de la marca, y carece de experiencia en automoción, como informa Bloomberg.
Apple Car, autónomo y para 2025
Pero los giros no se limitan al personal, también afectan a la concepción del modelo. Si al comienzo se pensaba en un automóvil de baterías al estilo de los Tesla, en la nueva etapa, en cambio, Lynch apuesta por concebir un vehículo robotizado, sin volante ni pedales, y autoguiado, es decir, con piloto automático.
El lanzamiento se anuncia ahora para 2025, y ha generado cierta controversia, porque desarrollar una conducción autónoma eficaz y segura en apenas tres años supone un desafío mayúsculo. Y es que marcas como Tesla, y divisiones tecnológicas como Alphabet y Uber, han tenido sus problemas. Uber, de hecho, acaba de vender su sección de tecnología autónoma, y Tesla está siendo investigada por la agencia de seguridad del transporte estadounidense por los fallos y accidentes asociados a su dispositivo.
Diseño, entre práctico y emocional
El diseño es todavía una incógnita, porque dependerá, entre otras cosas, del uso final que se vaya a dar al modelo. Si se dirige a flotas o movilidad pública, podría parecerse al monovolumen a pilas de Canoo, y contar con un interior diáfano y espacioso, y una gran pantalla central que se asemejaría a una tableta iPad de dimensiones generosas.
Otra opción sería que el futuro modelo se vendiera a particulares, aunque este escenario se antoja todavía más complicado, porque, entre otras cosas, obligaría a introducir volante y pedales, una mecánica más potente y un diseño, tanto de carrocería con interior, mucho más elaborado, como ilustraban las primeras recreaciones de la marca.
En cualquier caso, los analistas dan por casi seguro que Apple tendrá que contar con el apoyo de alguna marca automovilística ya consolidada, para beneficiarse de su experiencia, conocimientos e incluso instalaciones, porque la producción podría externalizarse.
Toma de carga, propia o estandarizada
De la mecánica nada sé sabe, salvo que será eléctrica, y se especula con la posibilidad de que recoja el estándar de carga CCS, el más extendido, aunque esta alternativa chocaría con la política de enchufes propios aplicada por la empresa hasta ahora en sus móviles, relojes y tabletas.
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