Tras muchos rumores, la DGT ha anunciado la puesta en marcha el carné de conducir B1 para jóvenes de 16 años. El objetivo es favorecer la movilidad y adelantar el acceso al mundo de la conducción. La medida, si se cumplen los plazos previstos, estará aprobada en 2023. Ahora bien, ¿qué coches se podrán conducir en España con 16 años?
El nuevo carné B1 dará acceso a de cuatro ruedas con un peso máximo de 400 kilos (sin contar las baterías en el caso de los eléctricos) y con una velocidad máxima de hasta 90 km/h. Se sitúan, así, un escalón por encima de los cuadriciclos ligeros, los cuales también se podrán conducir con el carné B1.
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Dado que hasta ahora este permiso no existía, no se desarrollaban modelos específicos para este perfil. La oferta, por el momento, es bastante limitada.
Los coches para el carné B1
No hay mucho donde elegir entre vehículos que superen la categoría de ciclomotor/cuadriciclo ligero y entren dentro de la homologación L7. De hecho, hoy por hoy solo hay dos.
El primero es el XEV Yoyo, un urbanita eléctrico de origen chino que solo mide 2,53 metros de largo y apenas 1,5 metros de anchura, lo que deja clara su vocación para circular entre el tráfico urbano. Es un biplaza, pero por su formato ambos usuarios van sentados uno detrás del otro, y pesa 522 kilos.
Monta un motor de poca potencia, 10 CV nominales con picos de 15 CV, y está alimentado por una batería de 10,3 kWh de capacidad. Homologa un consumo de 7,4 kWh/100 km, una autonomía de 150 kilómetros y una velocidad punta de 90 km/h. Además, se puede recargar en una toma doméstica en solo cuatro horas.
El siguiente es el Silence S04, de la misma compañía de motos eléctricas que ha prestado su tecnología a la Seat Mo. También de tamaño contenido (2,33 metros de largo), en este modelo piloto y copiloto van sentados el uno al lado del otro.
La compañía lo produce en formato de cuadriciclo ligero eléctrico (L6e) y en versión L7e. Esta tiene casi 19 CV de potencia (14 kW), puede alcanzar 90 km/h y monta dos baterías de 5,6 kWh cada una y su autonomía homologada de 140 kilómetros.
Citroën AMI y Opel Rocks-e
Por el momento ahí acaba la oferta, pero será posible utilizar el carné B1 para conducir los cuadriciclos ligeros, un segmento que dispone de muchas más opciones. A todas ellas se puede acceder con la licencia de licencia de ciclomotor, pero el B1 permitirá desarrollar versiones más potentes.
En los últimos años algunas marcas de coches han lanzado modelos de esta categoría, como es el caso del Citroën Ami y su mellizo, el Opel Rocks-e. Ambos son prácticamente idénticos salvo por pequeños detalles de diseño.
Así, son biplazas de 2,41 metros de largo y 1,39 metros de alto, con un peso de solo 471 kilos. Montan un motor de 8 CV de potencia, una batería de 5,5 kWh y su velocidad y alcance es más limitado que el de vehículos de la categoría superior: 45 km/h y solo 75 kilómetros de rango.
Renault Twizy
Un caso más peculiar es del Renault Twizy, a medio camino entre la moto y un coche, con espacio para dos en formato de tándem y pensado para circular por ciudad. Está disponible en versión ciclomotor y en una superior que encaja perfectamente con el carné B1. Esta tiene 11 CV de potencia y una autonomía de hasta 100 kilómetros, pero su velocidad máxima es de 80 km/h.
Otros cuadriciclos ligeros
A esto hay que sumar, además, la gran cantidad de compañías especializadas en los cuadriciclos ligeros, como son Ligier, Aixam o Chatenet. Son los modelos habitualmente conocidos como coches sin carnet, con un largo recorrido en España. Llegados antes que el Citroën AMI o el Opel Rocks-e, han estados cuestionados por su seguridad. Por lo general, los resultados que han arrojado en los test de choque como los de Euro NCAP son deficientes.
Una puerta abierta al futuro
La introducción de este tipo de licencia abre una puerta a que el segmento se expanda rápidamente, sobre todo con modelos de naturaleza eléctrica. Resulta relativamente sencillo crear un cuadriciclo de potencia comedida y con baterías pequeñas (y baratas) para convertirlo en una nueva alternativa de movilidad urbana.
La Dirección General de Tráfico, sin embargo, cree que también tendrán éxito en otros ámbitos. “Ya está en aplicación en países como Francia con buenos resultados y favorecerá la movilidad de los más jóvenes en el ámbito rural, donde aun con todos los esfuerzos, evidentemente el transporte público no llega en las mismas condiciones”, sostiene el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, del que depende la DGT.
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