Alfa conmemora una leyenda con 100 años de existencia

Este próximo 15 de abril se cumplen 100 años desde que el exitoso Quadrifoglio, símbolo indeleble de la marca Alfa Romeo, debutó en la versión Corsa del RL durante la Targa Florio de aquel año.

Por eso, Alfa Romeo presenta los nuevos Giulia y Stelvio Quadrifoglio, con la exclusiva versión conmemorativa Quadrifoglio 100° Anniversario, una edición limitada de solo 100 unidades tanto para el Giulia como para el Stelvio.

En los orígenes del mito

El legendario Quadrifoglio, símbolo de la noble deportividad italiana, siempre ha identificado a los productos de mayor rendimiento de la marca; no solo a los que participan en circuitos de carreras, sino también a los vehículos de carretera más potentes y exclusivos.

El trébol de cuatro hojas ha acompañado la historia deportiva e industrial de Alfa Romeo desde sus primeros días. Nació, de hecho, el 15 de abril de 1923, con ocasión de la 14ª edición de una de las carreras automovilísticas más antiguas del mundo, la Targa Florio, un acontecimiento social que, a principios del siglo pasado, transformaba una vez al año Sicilia en uno de los lugares más renombrados de Europa.

Por este motivo, Alfa Romeo concedió gran importancia a esta carrera siciliana de 1923, para la que desarrolló una versión especial del RL y contrató a pilotos de talento. Uno fue Ugo Sivocci, quien se llevó la victoria, gracias a sus habilidades y a una serie de acontecimientos afortunados que hicieron aún más significativa la elección del Quadrifoglio como emblema de la deportividad en los capós de los coches de carreras.

Con este triunfo, la marca transalpina se catapultó al Olimpo de los fabricantes, vinculando inexorablemente el símbolo del Quadrifoglio a los coches legendarios de la marca y dando paso a una larga serie de éxitos.

Sin embargo, el símbolo de la suerte también empezó a distinguir a los vehículos de carretera más exclusivos. De hecho, en el Giulia Sprint GT Veloce se aplica por primera vez la insignia esmaltada con el Quadrifoglio en un automóvil de carretera. Así nació una tradición que caracteriza a las versiones más potentes de la gama.

Exterior más agresivo

Sobre la nueva serie especial, para empezar ambos cuentan con varios aditamentos distintivos: insignias de celebración, caracterización exclusiva y faros matriciales adaptativos full-LED además de un nuevo cuadro de instrumentos totalmente digital embellecido con el histórico diseño del telescopio.

Además, montan llantas de aleación deportivas bruñidas de 19 pulgadas y cinco agujeros para el Giulia, y de 21 pulgadas para el Stelvio con nuevas y exclusivas pinzas de freno doradas. El mismo tono distingue al emblema que celebra los 100 años del Quadrifoglio, situado en el guardabarros de ambos coches.

Para añadir aún más deportividad, tanto en el Giulia como en el Stelvio, la parrilla y las carcasas de los retrovisores son de carbono visto. Hay tres acabados disponibles: Rosso Etna, Verde Montreal y Nero Vulcano.

Por dentro, más deportivo

En el interior, se combina el cuero negro con el Alcántara, así comocosturas doradas y el innovador acabado 3D de carbono auténtico para el salpicadero, el túnel central y el panel de las puertas. El salpicadero muestra un pespunte del número conmemorativo 100 junto al Quadrifoglio en el distintivo color dorado. El volante está forrado en cuero y Alcántara, con costuras negras e inserciones de fibra de carbono.

En el Quadrifoglio, además de las tres configuraciones disponibles en toda la gama (Evolved, Relax y Heritage), debuta la exclusiva Race. Esta reúne en la pantalla central la información de coche de carreras: cuentarrevoluciones, velocímetro y luz de cambio para la conducción manual. También se puede personalizar y disponer información adicional en los diales laterales, incluyendo información instantánea sobre el rendimiento.

Más potencia

El motor 2.9 V6 se ha mejorado hasta los 520 CV (antes 510) y se combina con el diferencial autoblocante mecánico, una característica que contribuye a mejorar el comportamiento y la tracción del coche, optimizando la transferencia de par y su agilidad, sobre todo en curvas.

También se usan materiales ultraligeros como el aluminio para el motor y la fibra de carbono para el eje del propulsor, el capó, el alerón y los faldones. En el Giulia, la aerodinámica activa se mantiene con el splitter delantero de carbono: cuando se activa, controla la calidad del flujo de aire que pasa por debajo del vehículo, con el fin de aumentar la estabilidad y las prestaciones. Para redondear el conjunto, en la zaga se monta un sistema de escape Akrapovic.