Desarrollado por Carlos Sainz en colaboración con Infova hace un año y medio, ‘Champions for Safety’ (Campeones para la Seguridad) nace con la intención de reducir el número de accidentes con víctimas y mejorar la seguridad vial.
Para ello aplica los principios de la teoría cognitiva a la conducción, para que el proceso de concienciación y aprendizaje desarrolle creencias, actitudes, hábitos y habilidades al volante que generen una conducción más segura.
La clave de todo es entender que lo que se hace al conducir es fruto de lo que se siente, y lo que se siente es fruto de los que se cree. “Las causas de los accidentes vienen determinadas por comportamientos y, si vamos más allá, estos vienen de las creencias del conductor”, explica Carlos Sainz.
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La inmensa mayoría de los accidentes no tiene ninguna causa externa: el único condicionamiento es el comportamiento y la actitud al volante del conductor.
Y para ello es necesario analizar cómo funciona el cerebro, en general, y cuando se está al volante. Todo conductor realiza su actividad de forma consciente y subconsciente. Cuando se está aprendiendo, casi siempre se emplea la conducción consciente; y a medida que se va adquiriendo experiencia, se usa más la subconsciente.
El cerebro necesita automatizar determinadas acciones como cambios rápidos de decisión, porque conducir de una forma plenamente consciente para un conductor habitual puedes ser agotador. Y la conducción subconsciente también es más emocional.
Las creencias determinan cómo se piensa y cómo se actúa: se cree, se siente y se actúa. Las creencias son aprendizajes adquiridos y son eficaces o limitantes, y determinan las relaciones con la realidad. Se tienen creencias en todos los planos, también en la conducción. Una vez se es consciente de ellas, se eligen y se pueden cambiar.
Carlos Sainz pone algunos ejemplos. “¿Qué creencias habituales tenemos los pilotos, que nos ayudan? Que debemos ser capaces de dar el 100%, que no permitimos que nada nos distraiga, que cuanto más preparado esté mi cuerpo, mejor preparado estaré para pilotar, o que hay una relación directa entre el conocimiento de la máquina y mi rendimiento como piloto… ¿Qué creencias limitantes que afectan a la seguridad tienen muchos conductores? Que yo controlo, que si voy deprisa no me duermo, que hablar con el manos libres no es peligroso, que el mundo está lleno de inútiles al volante, que si respeto la ley conduzco seguro…”.
Óscar Fuertes, CEO de Infova y piloto del Dakar apostilla: “Los pilotos profesionales son capaces de hacer lo que hacen porque tienen entrenamiento, son sensibles y son conscientes de cómo su corporalidad influye en el rendimiento y tienen una serie de hábitos que hacen que esta reacción y toma de decisiones sean posibles”.
En Champions for Safety se analizan las creencias de los implicados, como alumno, como empresa, como departamento… y se dirigen a cada persona que va a conducir, porque creen que si se enfocan en aquello que depende del conductor, se pueden marcar diferencias.
“La idea de todo es que las personas vivan, experimenten y comprendan los porqués de sus comportamientos, para ir a la raíz de las creencias. Siendo capaces de modificar las creencias con concienciación y formación, estamos poniendo en las carreteras a conductores más seguros y reduciendo la potencialidad de que tengan accidentes” concluye Sainz.
¿En qué consisten los cursos de Champions for Safety?
Para empezar, Champions for Safety recomienda hacer el curso online antes de asistir al presencial. Pero si no se puede hacer, está disponible hasta 15 días después de la experiencia presencial en el Karting Carlos Sainz de Las Rozas (Madrid).
El curso se compone de 13 capítulos. En aproximadamente dos horas se puede hacer todo el curso completo. Cada capítulo dura unos 10 minutos, para ver los vídeos, hacer las interacciones que se proponen y revisar a los enlaces o la documentación adicional.
La experiencia presencial se divide en cuatro módulos. El primero es el de ‘Brain Skills for Safety’, es decir, en él se entrenan las habilidades o capacidades cerebrales. En el segundo, de ‘Body Skills for Safety’ se trabajan los reflejos.
El tercero es quizá el más lúdico, ya que se sale a la pista de karts, pero no para hacer tiempos, si no para entrenar la atención a través de diversos carteles distribuidos por el circuito.
En el último módulo se conducen unos coches de la organización junto a los monitores del curso, que explican desde cómo sentarse correctamente al volante, hasta cómo conducir de una forma eficiente o cómo manejar los nuevos ADAS que incorporan los coches modernos.
El precio de estos cursos se diseña en base a las necesidades de cada empresa que los contrata para ofrecer esta formación a sus trabajadores. Por eso pueden durar varios días, ya que los grupos se forman con un máximo óptimo de ocho personas. De momento, no está contemplado para particulares.
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