Cada 27 segundos muere una persona en el mundo por un siniestro de tráfico, dos por minuto, más de 3.000 al día. La carretera termina con la vida de 1,19 millones de conductores, pasajero y peatones al año y es la principal causa de fallecimiento de niños y jóvenes de 5 a 29 años.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aporta contexto a estos datos con más cifras propias: nueve de cada diez muertes se producen en países de ingresos bajos y medios, y el riesgo de morir en un siniestro vial se triplica en las naciones pobres respecto de las ricas. El 53% de las víctimas mortales son usuarias vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
“En este Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico, honramos los 1,19 millones de vidas perdidas cada año en las carreteras del mundo. Cada muerte representa una profunda tragedia para las familias, las comunidades y las sociedades”, ha resumido António Guterres, secretario general de la ONU, en un mensaje con ocasión de una jornada que se celebra el tercer domingo de noviembre desde 2005.
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Guterres ha recordado el reto global de la ONU, compartido con decenas de países en el mundo, y ha reconocido las dificultades: Nuestro camino para reducir a la mitad las muertes por accidentes de tráfico de aquí a 2030 dista mucho de haber terminado”.
Para lograrlo, la ONU apuesta por mejorar las infraestructuras, hacer cumplir las leyes de seguridad, fomentar “un comportamiento responsable” y fortalecer las asociaciones internacionales. “Podemos evitar futuras muertes y hacer que las carreteras sean más seguras para todos, en todas partes”, ha subrayado.
Primer descenso en los fallecidos desde 2010
A la vista de los últimos datos, puede apostarse por el optimismo. En 2021 se registraron 1,19 millones de muertes por siniestros de tráfico, lo que supone el primer descenso global desde 2010, cuando fallecieron 1,24 millones de ciudadanos. El máximo se alcanzó en 2016, con 1,35 millones de víctimas mortales.
Un total de 108 de los casi 200 países pertenecientes a la ONU redujeron las muertes viales entre 2010 y 2021. Diez de ellos lo hicieron en más de un 50% (Bielorrusia, Brunéi Darusalam, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Japón, Lituania, Noruega, Rusia, Trinidad y Tobago, y Venezuela) y 35 lograron avances notables con reducciones de entre un 30% y un 50%.
Un 28% de las muertes por accidentes viales ocurren en Asia sudoriental, un 25% en el Pacífico occidental, un 19% en África, el 12% en América, un 11% en el Mediterráneo oriental y un 5% en Europa.
Los usuarios vulnerables de la carretera aglutinan el 53% las muertes por siniestros de tráfico. En primer lugar se sitúan los peatones (23%), por delante de los motoristas (21%), los ciclistas (6%) y los usuarios de vehículos de movilidad personal, como patinetes eléctricos (3%).
Los fallecimientos de peatones aumentaron un 3% hasta alcanzar 274.000 entre 2010 y 2021, y las de ciclistas subieron casi un 20% hasta llegar a 71.000 en ese periodo. Mientras tanto, según la ONU, el 80% de las carreteras del mundo no cumplen con los estándares de seguridad para peatones y solo un 0,2% tienen carriles para bicicletas, lo que deja a los ciclistas peligrosamente expuestos.
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Los datos de siniestralidad en España
España es el octavo país de la Unión Europea más seguro en las carreteras al registrar el año pasado una tasa de 36 muertos por siniestros de tráfico por cada millón de habitantes, lo que supone dos posiciones menos que en 2022 y el peor puesto desde 2007, cuando ocupaba la décima plaza.
Los datos de la Comisión Europea sobre víctimas mortales en carretera de 2023, recogidos por Servimedia, reflejan que cerca de 20.400 personas perdieron la vida el año pasado en las vías interurbanas de la UE, lo que supone un 1% menos respecto a 2022 y un descenso de un 10% (2.360 fallecidos menos) en relación a 2019.
Pese a los avances, pocos países comunitarios están en vías de cumplir el objetivo de la UE y de la ONU de reducir a la mitad el número de muertes en carretera hasta 2030. De hecho, las cifras apenas han disminuido desde 2019 en España (-1%) y Francia e Italia (-2%), mientras que han aumentó en Irlanda (31%), Letonia (9%), Países Bajos y Suecia (5%), y Eslovaquia (4%). Los mejores resultados son los de Bélgica (-22%), Chequia (-19%), Dinamarca (-20%), Hungría (-22%) y Polonia (-35%).
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