La evolución de las cuatro generaciones del Seat León, el superventas español

El Seat León tiene más de 20 años a sus espaldas, tiempo en el que ha evolucionado a lo largo de cuatro generaciones, puliendo y mejorando aspectos como la imagen, la calidad y la tecnología.

Gracias a ello se ha convertido en uno de los pilares de la marca, comercializando durante su vida comercial más de dos millones de unidades y siendo uno de los modelos más vendidos en España año tras año desde su lanzamiento.

“Es el modelo que ha puesto a Seat en el mapa mundial del automovilismo, por su diseño, su tecnología y su calidad”, señala Isidre López, responsable de Coches Históricos del fabricante.

El original vio la luz en 1999, con un diseño ya icónico salido de los lápices de Giorgetto Giugiaro. Reinterpretaba las formas de los deportivos clásicos, bajo un prisma más robusto y moderno, y se distinguió especialmente por su zaga elevada.

Pionero en muchos ámbitos, el León original supuso un salto en sofisticación y rendimiento: fue el primer modelo en fabricarse de manera simultánea en dos plantas (Bruselas y Martorell), el primero en superar los 150 CV (llegó a 180) y también el primero con tracción integral y cambio de seis marchas.

Michael Geue, responsable de Desarrollo de Estructura y Anticorrosión en Seat, lo valora así: “Era un modelo superior a lo que hasta entonces teníamos, por su carrocería totalmente cincada (para protegerla de la corrosión y mejorar su aspecto) y también por extras como la apertura automática de la boca-carga de la gasolina, muy sofisticada en ese momento”.

Walter Da Silva fue el encargado de diseñarlo y rompió con su predecesor, proponiendo una imagen global más moderna y expresiva, y detalles innovadores como las nervaduras que se mezclan con los pasos de ruedas y las puertas traseras escondidas.

“Revolucionó un segmento que era tradicionalmente clásico, con un exterior que incorporaba los ya tan característicos blisters laterales o las manecillas de las puertas traseras ocultas que le daban la apariencia de un tres puertas”, explica José Miguel Royo, responsable de proyecto en Desarrollo de Carrocerías.

El segundo León tuvo también un elevado protagonismo en el mundo de las carreras, en sus versiones de competición, consiguiendo cuatro títulos mundiales de marcas y pilotos entre 2008 y 2009 en el Campeonato del Mundo de Turismos (WTCC).

La generación más longeva del León ha sido también la más exitosa hasta el momento y su imagen, desarrollada con Alejandro Mesonero-Romanos al frente del departamento de Diseño, fue tan acertada que ocho años después apenas ha envejecido.

Fue el primer León comercializado con tres carrocerías: la de cinco puertas, la ST o familiar y la SC o de tres puertas, siendo esta última la única que no tiene continuidad en la generación actual.

Desde la marca se buscó, además, dar un salto de calidad tanto en tecnología (los faros eran Full LED) como en acabados: “Con él alcanzamos unos niveles de calidad muy altos, desde los materiales al sonido de las puertas al abrir y cerrar, destacando y mucho el interior”, señala José Miguel Royo.

Reemplazar a un predecesor tan exitoso no es una tarea sencilla, pero el nuevo León tiene mimbres para ello: su diseño gana empaque y músculo; el frontal luce una mirada más penetrante; el interior refuerza su refinamiento y así, todo el coche en conjunto transmite mayor sofisticación.

La última propuesta de la saga ha supuesto, también, un salto tecnológico radical, ya es que es el primer Seat 100% conectado y que ofrecerá una gran variedad de tecnologías mecánicas. Dentro de la marca están convencidos de su éxito: “Será un referente”, opina Michael Geue.

Es el primer modelo del fabricante disponible con cinco sistemas de propulsión diferentes: gasolina (TSI), diésel (TDI), gas natural comprimido (GNC), micro híbrido (eTSI) y hasta híbrido enchufable (e-Hybrid). Y así, consigue las etiquetas ambientales Eco y Cero.