Alain Delon, uno de los máximos exponentes del cine francés, ha fallecido este domingo a los 88 años. Han sido sus tres hijos, a través de un comunicado, los encargados de dar la noticia.
El actor galo se despidió del mundo del cine en el Festival de Cannes en 2019. Ese mismo año sufrió un accidente cardiovascular y, desde entonces, estaba gravemente enfermo.
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Cuentan que una de las grandes pasiones de Alain Delon fueron los modelos de Maranello. A lo largo de su vida tuvo varios de ellos: un Ferrari 250 GT California Spider, un Ferrari 275 GTB4 o un Ferrari 365 GTB4 Daytona. Sobre el primero hay una curiosa historia porque acabó abandonado en un granero.
En los años 60 no era extraño ver a Alain Delon al volante de su Ferrari 250 GT California Spider de color azul por Suiza. Hay, también, documentos gráficos del actor en su descapotable italiano con Jane Fonda durante el rodaje de Les Félins y con Shirley MacLaine en la Costa Azul.
Abandonado en un granero
Cuando, en 1964, cambió Europa por Estados Unidos y, más concretamente por Los Ángeles, Alain Delon decidió vender su Ferrari 250 GT California Spider. Después de cambiar de manos, en 1971, cayó en las de Roger Baillon.
El empresario francés atesoró una notable colección de clásicos ente 1950 y 1970 con el objetivo de cumplir su sueño: crear un museo. Sin embargo, se arruinó sin dar forma a este proyecto. Como resultado, unos 60 coches aparecieron abandonados en el granero de una granja ubicada en el oeste de Francia.
Fue su nieto quien los descubrió. El Ferrari 250 GT California Spider de Alain Delon estaba bajo una pila de libros. También había un Maserati A6G y un Ferrari 275 GTB, que fue adquirido por cineasta Roger Vadim y matriculado a nombre de la actriz Jane Fonda.
Subastado por casi 15 millones
El Ferrari 250 GT California Spider de Alain Delon fue subastado en París: pagaron por él 14,2 millones de euros. Una cifra superior al precio de estimación y que, en ese momento, le convirtió en el quinto coche clásico más caro.
El Ferrari 250 GT California Spider fue presentado en el Salón de Ginebra de 1960. Una de las características que hacían de él un modelo especial fue su tirada: de la fábrica de Maranello sólo salieron 37 unidades. Estaba construido sobre la base del Ferrari 250 GT Berlinetta SWB y estaba impulsado por un V12 que entregaba 276 CV.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.