Cada una muere una persona por una ITV sin pasar: la inspección y los homicidios imprudentes

El castigo por dejar de lado la inspección técnica de vehículos (ITV) es casi siempre una sanción administrativa, pero el automovilista que la olvida a propósito conduce sin saberlo cerca de la frontera con el delito. Una persona al día muere en España por culpa de un conductor que no ha pasado la ITV; la conducción es la principal actividad cotidiana (y masiva) en la que una persona puede matar a otra sin quererlo; la inspección salva vidas.   

Son algunos de los mensajes que ha lanzado la patronal de estaciones de inspección AECA-ITV, que ha dibujado el peor escenario posible para recordar el valor social de la inspección y los riesgos de pasarla por alto, circunstancia muy común en España. El 30% de los vehículos obligados a ella en 2023 incumplieron el trámite.

La más grave de las coyunturas posibles es esta: los propietarios de esos vehículos sin revisar quizá circulen con los neumáticos en mal estado o los frenos desgastados (y probablemente lo sepan), y tal vez causen un siniestro. 

Y, además, a lo peor, pongan “en concreto peligro la vida o la integridad de las personas”, e un incluso maten imprudentemente a alguien. En esa circunstancia última, con un entrecomillado del artículo 380 del Código Penal, puede que el conductor esté cometiendo un delito por no haber pasado la ITV, que habría impedido la circulación del vehículo.

La pena puede llevar aparejada privación del derecho a conducir, multa e, incluso, pena de prisión de hasta dos años. También entraría en juego el artículo 142, que determina el castigo para quien cause la muerte por imprudencia grave.

La ITV y los casos de homicidio imprudente

“Recuerdo un caso de un accidente de un autobús de viajeros en el que murieron ocho o nueve personas. Llevaba las ruedas en un pésimo estado y no había pasado la ITV, y esto es trasladable a otros siniestros que he vivido”, ha contado el ex fiscal de Sala de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible Bartolomé Vargas.

“No hay conciencia de la importancia de las inspecciones, son esenciales”, ha sentenciado Vargas, que sostiene la existencia de “una cifra negra oculta de homicidios [imprudentes] debidos al estado del vehículo”. Este experto calcula que el estado del vehículo es la causa de los siniestros en un porcentaje “relevante”, pero falta una adecuada investigación de los accidentes.

Por eso mismo, aunque en ocasiones ha ocurrido, resulta complicado acusar de un delito a un conductor por el hecho de que no haya pasado la ITV. “Es necesario aclarar que, para que una conducta sea considerada un delito de homicidio o lesiones imprudentes por no haber pasado la ITV, es necesario que se cumplan ciertos requisitos, tales como la existencia de un riesgo efectivo y concreto para la seguridad vial, la voluntariedad en la conducta del infractor [haber omitido la inspección deliberadamente] y la relación de causalidad entre la conducta y el riesgo creado”, ha matizado Vargas.

Siniestralidad: un problema de Estado

“Evitar siniestros viales debería ser una prioridad del Gobierno, pero si vemos los últimos programas electorales, la mayoría de los partidos no mencionó la seguridad vial, y el que lo hizo, metió dos párrafos”, ha apuntado por su parte la directora de la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (AESLEME), Mar Cogollos. En todo caso –ha añadido–, “llevar el coche en buen estado es responsabilidad de cada uno, por lo que le pueda pasar a él o a otro”.

Multas por no pasar la ITV

Para revertir las cifras de absentismo en la ITV, una de las propuestas es aumentar la presión punitiva. “Debe potenciarse la relación con la DGT para que haya más sanciones. Mil sanciones son mil posibilidades más de salvar una vida”, sostiene Vargas. 

El presidente de AECA-ITV, Guillermo Magaz, apoya la idea: “La multa por circular sin ITV [entre 200 euros y 500 euros] es pequeña en comparación por las consecuencias que se pueden generar. El que nos preocupa es aquel conductor que no la pasa y prefiere circular con su vehículo en mal estado porque es más caro repararlo que pagar una posible sanción”. 

De vez en cuando, no obstante, las estaciones de inspección detectan vehículos en condiciones difíciles de entender. Coches, autobuses o camiones con neumáticos hechos trizas, un cinturón de seguridad grapado o un tapón del depósito de combustible casero. O un retrovisor adecentado, de aquella manera, con un espejo cualquiera.

“Realmente no procesamos del todo la importancia del estado del vehículo. No he visto muchos atestados policiales en los que se diga que la causa [del siniestro] sea el estado del vehículo. Y tampoco veo a ningún político hablar de seguridad vial. Este asunto ha salido del debate”, ha apuntado Vargas, que apuesta también por sanciones “inmediatas y más duras” y por insistir en los beneficios de la inspección.

De acuerdo con el más reciente estudio de la Universidad Carlos III de Madrid (Contribución de la ITV a la seguridad vial y al medio ambiente), la ITV evita al año 723 víctimas mortales y 13.100 heridos. Y si todos los vehículos que no acuden a las inspecciones lo hubieran hecho, sostiene el informe, podrían evitarse al menos 353 muertes adicionales. Casi una al día.