“Toca analizar las cifras y seguir trabajando para atajar las causas, reducir los fallecimientos y contribuir también a concienciar a la ciudadanía sobre el drama de los siniestros viales y sus dolorosas consecuencias”. En 2022, murieron en las carreteras españolas 1.145 personas, tres cada día, y 4.008 resultaron heridas graves.
A esas palabras del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras presentar el balance de siniestralidad vial de 2022, responde ahora la Asociación Española de la Carretera (AEC) con varias propuestas y un recordatorio: la inversión en infraestructuras resulta “imprescindible para evitar el temido cambio de tendencia de la accidentalidad” en España.
La AEC propone invertir en soluciones tecnológicas (conectividad entre los vehículos la infraestructura o sistemas para la detección de peatones, por ejemplo) y tomar nuevas decisiones de construcción para reducir la siniestralidad, especialmente de los usuarios más vulnerables de la vía. Las carreteras “que perdonan a las personas” y las vías 2+1 son algunas de las ideas.
Vías secundarias: adelantamientos mortales
El número de personas fallecidas en las carreteras convencionales creció un 5% en 2022. El 73% de los fallecimientos se produjo en este tipo de vías.
Como solución, la AEC propone mejorar el asfaltado y evaluar la seguridad vial de toda la red, así como eliminar los tramos de concentración de accidentes. Y, en particular, prestar atención a las intersecciones y los accesos a las vías.
La principal apuesta, en todo caso, es el desarrollo de las carreteras 2+1. Estas vías, cuya construcción ya ha abordado la Dirección General de Carreteras, disponen de una única plataforma donde se mantiene una separación permanente entre sentidos de circulación.
Además, incorporan un carril adicional reservado alternativamente a uno y otro sentido de circulación para permitir los adelantamientos sin necesidad de preocuparse por los vehículos que se aproximen de frente.
Se trata de vías que se han probado con éxito en países como Suecia, Finlandia, Alemania, Francia, Irlanda, Estados Unidos o Canada, y que evitarían las colisiones frontales y laterales/frontolaterales: el año pasado se registraron 379 muertes en siniestros de este tipo.
Carreteras que perdonan
Las salidas de vía costaron la vida a 480 personas el año pasado. El posible remedio son lo que la AEC llama carreteras clementes: vías “que perdonan” a los automovilistas.
Es decir, carreteras con un entorno más seguro para los usuarios gracias a los márgenes despejados o a la mejora de la adherencia del pavimento.
También se podrían reducir las consecuencias de los siniestros dotando a la carretera de una zona de seguridad en su margen, suavizando las pendientes de los taludes laterales y eliminando o protegiendo, según el caso, los obstáculos laterales del borde de la calzada.
Autovías y autopistas
El balance de siniestralidad de 2022 registró un aumentó el número de personas fallecidas en autopista y autovía (3%). La respuesta es, en parte, similar a la de las vías convencionales: evaluación de la seguridad, replanteamiento de los tramos de concentración de accidentes y mejora del pavimento.
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Peatones, ciclistas y motoristas
Una de las grandes preocupaciones de los expertos en seguridad vial son los usuarios vulnerables. La AEC reseña la cifra de peatones fallecidos en las vías convencionales en 2022 (68) y propone, entre otras medidas, la humanización de las travesías.
Esta idea consiste en la construcción de infraestructuras específicas, como las sendas peatonales y los arcenes de diferentes color y textura. También apuesta por desarrollar itinerarios peatonales seguros en paradas de autobús y en los accesos a urbanizaciones o áreas industriales.
La tecnología, por otra parte, podría aportar los sistemas detección de peatones en la vía que adviertan de su presencia a los conductores. Ideas similares pueden adaptarse a los ciclistas, con 39 fallecidos en las carreteras convencionales en 2022.
Para los motoristas (175 fallecidos), la AEC apuesta por la instalación de sistemas de protección específicos en tramos de especial riesgo.
Siniestros nocturnos
Otra de las circunstancias que inquietan a la Asociación Española de la Carretera son los siniestros nocturnos. Entre las 20:00 y las 7:00, el año pasado se registraron 316 fallecimientos de usuarios de vehículo, además de la muerte de 66 peatones.
La AEC plantea como objetivo la iluminación de tramos singulares (intersecciones, accesos, y enlaces, entre otros) y una mejor señalización vertical y horizontal. Por falta de reposición, cientos de miles de señales han perdido ya su capacidad reflectante.
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