Desde hace unos meses Citroën está lanzando para algunos de sus modelos la C-Series, un edición cuyo nombre hace referencia a la triple ‘C’: Citroën, confort y carácter. El último en recibirla es el C3 Aircross, que, desde su lanzamiento a finales de 2017, ha tenido un buen ritmo de ventas llegando a comercializar 290.000 unidades en todo el mundo.
Su diseño es reconocible porque presenta detalles en tono Anodised Deep Red en el marco de los faros delanteros y en las carcasas de los retrovisores, que se combina con cualquiera de los cuatro colores disponibles para la carrocería: Blanco Natural, Gris Acero Metalizado, Gris Platino Metalizado y Negro Perla Nera. Redondean su imagen exterior el techo acabado en negro y las llantas de aleación MATRIX de 16 pulgadas.
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En el habitáculo, el mismo tono rojo está presente en la parte alta de los respaldos de los asientos tapizados en tela y en las costuras de las alfombrillas, mientras que las salidas de aire presentan un acabado cromado satinado.
Donde más destaca el Citroën C3 Aircross C-Series es en el equipamiento, basado en el acabado Feel. Así, añade a este retrovisores exteriores plegables eléctricamente, elevalunas eléctricos y secuenciales, limpiaparabrisas automáticos, climatizador automático, retrovisor interior anti-deslumbramiento, sensores de aparcamiento traseros, Citroën Connect Nav, Citroën Connect Box y Mirror Screen compatible con Android Auto y Apple CarPlay.
Está disponible con dos motores: el PureTech 110 se vende por 20.450 euros y el BlueHDi 100 arranca en los 21.250 euros.
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