Todos los coches que Nissan ha fabricado en Barcelona

Fue el primer Nissan fabricado en España, un todoterreno muy popular utilizado, por ejemplo, por la Guardia Civil. Pese a tratarse de un segmento de nicho, se fabricaron casi 200.000 unidades hasta el cese de su producción en 2001.

El segundo en llegar también fue un éxito para la planta barcelonesa. Con sus ejemplares dedicados a abastecer el mercado europeo, el todoterreno supuso el 15% de la producción hasta el año 1999.

Utilizaba la base del Almera compacto, pero se trataba de un monovolumen, un segmento muy de moda a principios de siglo. Se ofrecía con un motor de gasolina y con dos versiones diésel.

Nació con el objetivo de crear una furgoneta ligera y versátil. Para ello, Nissan (en alianza con Renault) unió fuerzas con Opel y dio lugar a un trío de modelos virtualmente idénticos: Nissan Primastar, Renault Traffic y Opel Vivaro.

El contundente SUV (llamado Armada en otros mercados) se produjo en la planta de la Zona Franca durante 10 años. En 2014 se trasladó su fabricación a Estados Unidos y Rusia.

La fábrica de Barcelona se encargó de su producción desde el inicio, de manera paralela a la del Pathfinder: son básicamente el mismo modelo carrozado o con caja trasera. En 2015 comenzó la fabricación de la siguiente generación que, además, prometía la llegada de otros dos modelos basados en la pick-up.

La marca japonesa volvió al segmento de los compactos tras unos años de ausencia desde el cese de fabricación del Almera. Sin embargo, su aventura fue breve, puesto que en 2018 eliminó el Pulsar de su gama. Ya entonces fue un golpe para la viabilidad de la planta.

La NV200 se ofrecía en diversas carrocerías (Evalia para siete pasajeros) y también en variante eléctrica, que ha evolucionado con el paso del tiempo: comenzó con una batería de 24 kWh y solo 170 kilómetros de autonomía y actualmente ya tiene una de 40 kWh con la que homologa un alcance de 280.

El Alaskan tomó la base del Navara como parte de la alianza Renault-Nissan. Comenzó su andadura en latinoamerica, pero viendo su éxito la marca francesa decidió comercializarlo en algunos países europeos, entre los que no estaba España.

La pick-up alemana siguió los mismos derroteros y tomó como base el Navara, aunque la modificaba en multitud de puntos: suspensión, dirección, ancho de vías, etc. La marca creó una gama con versiones orientadas desde el trabajo al lujo, buscando competir con los SUV. Formó parte del trío por la colaboración previa que mantenía la propia Renaut con Mercedes. Dejó de fabricarse en Barcelona a principios de este año.