Un tumulto de gente, móviles tratando de registrar el momento, un millonario superdeportivo, una superestrella del fútbol y guardias de seguridad intentando controlar que la situación no se saliera de las manos ante la emoción de los fanáticos.
Así fue la escena en la plaza de Colón en Madrid, a las puertas de un famoso restaurante de la zona. Cristiano Ronaldo revolucionaba las calles madrileñas con un coche de ocho millones de euros.
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El Bugatti de Cristiano
Se trata del Bugatti Centodieci, del que hay solo 10 ejemplares en todo el mundo. Y, como era de esperar, su supercoche es el número 7. El biplaza de color blanco cuarzo lo obtuvo hace unos meses, antes de iniciar el pasado Mundial de Qatar.
Derivado del Chiron, también emplea un chasis monocasco de fibra de carbono, como este, pero el hiperdeportivo es incluso 20 kilos más ligero. De este también toma prestada su mecánica, un motor 8.0 W16 con cuatro turbos, pero que recibe una ligera potenciación, alcanzando los 1.600 CV.
Como consecuencia, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos, de completar el 0 – 200 km/h en 6,1 segundos y de alcanzar los 300 km/h en 13,1 segundos. Además, su velocidad máxima es de 380 km/h.
El garaje de Ronaldo
Tras el Mundial disputado en Qatar, la esposa del jugador, Georgina Rodríguez, le regaló un Rolls-Royce Dawn Silver Bullet versión descapotable y de cuatro plazas, con el interior revestido de madera. Cuenta con nada menos que 570 CV de potencia y un motor V12 biturbo de 6,6 litros. ¿El precio? Está valorado en más de 330.000 euros.
El futbolista portugués es un gran aficionado a los coches y, en particular, a los deportivos. Cuenta con un Bugatti Veyron y también tiene en su colección un Chiron. Con 1.500 CV de potencia y un precio de 2,4 millones de euros, el bólido homologa sobre el papel una velocidad máxima de 419 km/h.
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